SANTIAGO.- A días de que su nieta, la princesa de Asturias, Leonor de Borbón y Ortiz, cumpliera los 12 años, Sofía de Grecia, reina “emérita” celebra sus 79 años, manteniendo su personalidad discreta ante la mirada de los medios de comunicación españoles.
Hija de Pablo I de Grecia y Federica de Hannoverm es la mayor de sus hermanos, Irene de Grecia y Constantino II de Grecia. Nació el 2 de noviembre de 1938 en Tatoi, y no llegó a ubicar su residencia en Madrid hasta el año 1962, cuando se casó con un joven Juan Carlos de Borbón, a quien había conocido varios años antes en un crucero de lujo que su madre Federica había organizado para los jóvenes nobles de Europa.
El pueblo español no olvidaba su origen foráneo, sobre todo porque le costaba hablar el idioma y se la veía ajena a las costumbres de las tierras que pasó a reinar desde 1975, cuando su esposo fue nombrado rey de España tras la muerte de Francisco Franco.
"Mi vida es sencilla; pueden decir de mí que soy una persona corriente. Vivo al día, no tengo planes inmediatos ni sueño con la fecha en la que me convertiré en reina de España. Me gusta la vida no oficial. Estar al lado de mis hijos y tomar las cosas como vienen", decía cuando aún era princesa.
Por casi 40 años se desempeñó como reina consorte, apoyándose de sus trabajos solidarios y creando fundaciones para ganarse el cariño de la gente, aunque su popularidad creció sobre todo en los últimos años de reinado de su marido, precisamente por la serie de rumores que lo relacionaron con mujeres de forma paralela a su matrimonio. Ella, como siempre, se mantuvo incólume ante los medios de comunicación, aunque en su hogar, el Palacio de la Zarzuela, reinara la crisis.
“Si hay una característica que preside la vida de la reina Sofía es la discreción. Así ha afrontado los momentos más delicados de su vida oficial y personal”, cuentan en el medio local El País. “Don Juan Carlos y doña Sofía no ocultan que hacen vidas separadas. Por eso las fotos del rey emérito con Marta Gayá este verano en Irlanda no han supuesto ningún cisma en su relación. Pero doña Sofía se ha mantenido fiel a la institución monárquica, porque no quería que nada alterase el futuro de su hijo. Por eso cuando hace cuatro años se produjo el relevo en la corona sintió que había cumplido con su cometido”, agregan.
Desde su salida del cargo, se ha mantenido en actos oficiales y organizaciones solidarias, aunque los más populares y mediáticos se los ha cedido a su nuera, la reina Letizia. Y no es por falta de energía.
A sus 79 años, la prensa española asegura que mantiene una gran vitalidad. “Cuida mucho su alimentación –no es vegetariana pero no come carne– y le gusta dar grandes caminatas con sus perros por el monte de El Pardo donde está enclavado el palacio de La Zarzuela (…) Con su hermana Irene de Grecia, que vive con ella, acude de vez en cuando a someterse a terapias naturistas. No ha recurrido a la cirugía estética pero se ha hecho algún que otro tratamiento”, detallan.
Asimismo, los medios locales indican que el gran amor de Sofía es su hijo, el rey Felipe VI, de quien incluso ha dicho estar “enamorada” y a quien sigue aconsejando desde que hace cuatro años llegó al trono español.
