AFP
SANTIAGO.- Juli Briskman fue considerada una heroína luego de que una fotografía suya andando en bicicleta por una carretera en el norte de Virginia (Estados Unidos) se hiciera viral en las redes sociales. La particularidad de la imagen es que en ella se ve a la mujer levantándole el dedo medio a una caravana de autos, en la que viajaba nada más y nada menos que el Presidente Donald Trump.
La escena fue inmortalizada por un fotógrafo de la Casa Blanca que también iba a bordo de uno de los vehículos.
"Él iba pasando y mi sangre empezó a hervir", explicó Briskman sobre su gesto.
Luego de que su fotografía empezara a compartirse públicamente, la mujer, quien tiene 50 años y se declara demócrata, decidió informar a sus jefes de la empresa Akima LLC que quien iba arriba de la bicicleta era ella. Sin embargo, estos no lo tomaron muy bien.
Briskman fue entonces citada a una reunión, en la que los ejecutivos de la compañía le dijeron que había violado las políticas de redes sociales de la oficina, al usar la imagen como foto de perfil en su cuenta de Twitter y Facebook.
"Ellos dijeron, 'nos separamos de ti'", relató la mujer a The Huffington Post. "Básicamente, no puedes tener cosas 'obscenas' y 'lascivas' en las redes sociales", agregó.
Briskman, quien llevaba seis meses trabajando para Akima LLC, afirmó que les explicó a sus superiores que cuando levantó el dedo medio a la caravana de Trump, no estaba trabajando y que en las redes sociales no fue mencionado el nombre de la empresa. Entonces, los ejecutivos le argumentaron que dado que Akima LLC es contratista del gobierno, la fotografía podía dañar su negocio.
A pesar de que su visceral gesto tuvo un alto costo para ella, la mujer aseguró que no se arrepiente de haberlo hecho e incluso afirmó que se siente feliz de haberse convertido en una imagen de protesta que representa el sentir de muchos de sus compatriotas.
Asimismo, Briskman señaló que ahora buscará un trabajo en un grupo activista, como Planned Parenthood o PETA.
