La palpación de la tiroides en los chequeos médicos, es clave para detectar eventuales nódulos.
El Mercurio (imagen referencial)
SANTIAGO.- El periodista y conductor de televisión,
Eduardo Fuentes, reveló que padece cáncer a la tiroides. En conversación con LUN, el animador declaró que en primera instancia fue al médico por un simple dolor de espalda y que tras unos exámenes, le detectaron tiroiditis de Hashimoto.
Sin embargo, al revisar su glándula tiroides, "el endocrinólogo sintió que estaba más abultada de lo normal. Me envió a hacerme exámenes y entre ellas salió la biopsia con la noticia de esta enfermedad", relató Fuentes.
La
tiroides es una glándula ubicada en el
centro del cuello y su función es producir las
hormonas tiroideas. Estas son las encargadas de mantener el metabolismo adecuado en el organismo y de hacer funcionar de manera correcta los órganos del cuerpo.
Según Hernán Tala, endocrinólogo especialista en cáncer de tiroides de Clínica Alemana,
se desconocen las razones por las que la enfermedad se desarrolla en esta glándula. "No se sabe bien cuál es la causa. En algunos casos puede ser que hayan muchos familiares con cáncer de tiroides, y ahí podría haber una causa hereditaria, pero son la minoría", explica.
Pero, ¿cómo es posible detectarlo? El especialista afirma que en la mayoría de los casos,
"no hay síntomas relacionados con el cáncer de tiroides". Por esta razón enfatiza en la importancia de que al realizar un chequeo médico,
el especialista "le examine y le toque el cuello al paciente, de esta forma se va a lograr palpar si es que hay o no algún nódulo".
"Como este cáncer tiene tan buen pronóstico, lo importante es detectar los cáncer que no son pequeños, por lo tanto
la forma de detectar los cáncer que tengan importancia, son aquellos casos que se pueden palpar", agrega.
El facultativo explica que
la mayoría de los nódulos que aparecen en la tiroides,
suelen ser benignos, y solo
entre un 5 y un 10 por ciento pueden llegar a ser cáncer. "Cuando son benignos se quedan ahí, salvo que sean nódulos muy grandes", agrega el facultativo.
En cuanto al
tratamiento, el doctor Tala asegura que
"en general es sacar la tiroides". En ese caso y si la glándula es extraída de forma completa,
el paciente tiene que tomar de por vida el suplemento de la hormona.
Otra forma de tratar este cáncer es a través de la administración de un fármaco llamado yodo radioactivo, pero su uso depende de cuán desarrollada esté la enfermedad. "Si el cáncer comprometió o no los ganglios del cuello, algunos pacientes lo requieren", concluye el especialista.