SANTIAGO.-
Ethan Lindenberger nunca recibió ninguna de las vacunas para evitar enfermedades como hepatitis, polio, sarampión, rubéola, varicela o paperas, por la creencia de su madre,
Jill Wheeler, quien estaba en contra de inmunizar a sus hijos, siguiendo el
movimiento antivacunas. El joven del estado de
Ohio, contó que no sabe
cómo ha llegado con vida hasta los 18 años sin ninguna protección de graves enfermedades de las que podría haberse
contagiado. Es por esto que al cumplir la mayoría de edad, decidió desafiar a su madre e
inyectarse todas las vacunas que nunca recibió. La madre del joven se unió al
movimiento antivacunas a partir de la información que se ha estado entregando desde hace más de dos décadas, por parte de adherentes a este pensamiento, y que
relaciona la inmunización con el desarrollo de
autismo o daño cerebral. A pesar de que la
Organización Mundial de la Salud (OMS) pusiera a este movimiento como una de las mayores
amenazas a la salud de la humanidad, la madre de siete hijos optó por no vacunar a los cinco niños más pequeños, ya que a los mayores sí los había protegido años antes de que cambiara su pensamiento.
Ethan siempre escuchó en su casa que las
vacunas eran malas para su salud, por lo que nunca se lo cuestionó. Sin embargo, cuando entró al colegio y supo que todos
sus compañeros contaban con la protección contra estas enfermedades, lo pensó mejor.
"Solo Dios sabe cómo aún estoy vivo", publicó Ethan en un blog estadounidense, donde además preguntó cómo y dónde podría ser vacunado. A partir del comentario, recibió más de mil respuestas.
Según
Infobae, después de leer los miles de consejos de la gente, el joven decidió investigar más, encontrando que había más evidencia en
defensa de las vacunas que del movimiento en contra. Al comentarle a su madre los resultados que averiguó de organizaciones mundiales, Jill le respondió que eso era lo que ellos querían que él creyera.
A partir de la reacción de su
madre, el joven se dio cuenta de que sería
imposible convencerla para hacerla cambiar de opinión, por lo que tomó la decisión de vacunarse.
Hace pocos días,
Ethan recibió su
primera dosis de vacunas contra la hepatitis A y B, virus de papiloma e influenza.
"Mi mamá siempre ha sabido que estoy en
desacuerdo con ella y pensó que esto iba a pasar, pero no fue así. Vio lo de mis vacunas como un
gesto de rebeldía y no como algo por mi propio bien y por el bien de la gente a mi alrededor", relató el joven.
La madre respondió que el acto de su hijo fue como un gran golpe para ella, pero que como ya es mayor de edad, no puede involucrarse en sus decisiones.
Movimiento en la polémica
El viernes pasado, un centenar de
personas protestaron en el estado de Washington, debido a una nueva ley que proponen los legisladores, producto del aumento de casos de sarampión en más de 50 personas en la región, y que busca cambiar la actual norma y prohibir la posibilidad de que los
padres puedan elegir no vacunar a sus hijos.Hay 17 estados del país norteamericano que permiten esta excepción que se pretende prohibir.
Según publicó
CBS News, una persona no vacunada tiene el
90% de posibilidades de contraer sarampión, una enfermedad altamente contagiosa. El virus puede sobrevivir por dos horas en una habitación que fue infectada por el estornudo de una persona.
"Yo creo que estamos viendo cómo las personas corren al doctor al darse cuenta que (el sarampión) es real y estamos viendo que
sigue creciendo cada semana. La gente está viendo que es una
real amenaza", aseguró el secretario de salud,
John Wiesman.
Los opositores a la prohibición de la nueva regla, creen que
poner la vacuna sería más peligroso que contraer la enfermedad."Yo no siento que pongo a mi hijo en un riesgo. Nada hará que cambie mi pensamiento sobre esta vacuna", declaró una madre.
El
Centro de Control y Prevención de Enfermedades declaró que las dos dosis de la vacuna contra el sarampión son seguras y
97% efectiva. Los legisladores esperan acordar la nueva ley para fines de abril.