SANTIAGO.- Un niño tirándole el pelo hasta dejarla llorando, otro rompiendo las cortinas, y el tercero gritando y pateando los muebles, son las imágenes del video que publicó
Laksuma Begum (32) pidiendo
ayuda de las autoridades. La mujer vive en su casa ubicada en
Wales, Reino Unido, junto a sus tres hijos diagnosticados con un
severo autismo lo
que la obliga a que su rutina diaria sea limpiar, cocina y cuidar a Caius (8), Kyan (7) y Sammy (5), ninguno de los cuales habla producto de su condición.
Desde 2015 que Laksuma, una profesora de educación media, ha estado pidiendo ayuda a las autoridades de la ciudad para recibir
apoyo en el cuidado de sus "ángeles encubiertos" y algunas veces ha tenido que recurrir a la policía en su desesperación.
En febrero de 2018, Laksuma se separó de su esposo, el padre de sus hijos, por lo que es ella quien se ocupa del cuidado de los pequeños, algo que no le ha resultado una tarea fácil. Desde hace algún tiempo ha estado compartiendo videos para mostrar el
impacto que tiene en las familias el tratar
hijos con autismo. "Mis niños no se pueden expresar por sí solos y eso les causa
angustia severa", explicó la madre agregando que el autismo es un trastorno muy complejo.
La mujer sostuvo que sus hijos son un desafío, pero que la han hecho crecer como persona. "Creo que me los dieron por una razón, para
crear conciencia sobre el autismo en las demás familias que viven con lo mismo", señaló Laksuma.
"Lo único que pido a las autoridades es algo de
ayuda para hacer mi casa un lugar seguro y permitirle a mis hijos tener una madre, pero no he recibido respuesta", indicó Begum.
Cerca del colapso
Hasta ahora, la mujer no ha llegado a su punto de quiebre, pero cuenta que solo es cosa de tiempo para que ya no pueda resistir la situación si no recibe la ayuda que necesita por parte de las autoridades.
"Tengo mucha paciencia y vitamina, aún no me he roto, pero
no sé por cuánto tiempo podré seguir así. Muchas veces somos prisioneros en nuestra propia casa", informó la madre.
Durante los últimos meses, la mujer no ha podido salir a la calle con sus hijos sin el riesgo de que alguno pueda salir corriendo, por lo que debe tenerlos constantemente
amarrados a una cuerda o arnés para que puedan tener algo de vida al aire libre.
Pero, Laksuma no ha estado exenta de las críticas de las personas cuando la ven junto a sus tres hijos, ya que, según relata, en el supermercado, por ejemplo, creen que es una
"madre floja" al llevar a sus tres hijos amarrados a la cuerda, ya que las personas no entienden que lo hace por una razón especial.
Según informó el
Daily Mail, los tres hermanos asisten a diario al establecimiento Ysgol Bryn Derw and Pillgwenlly en
Newport, lo que para ella es una gran alivio y descanso durante algunas horas del día.
La madre, para poder cocinar y ducharse, le entrega a sus hijos
tabletas y así mantenerlos distraídos, pero según relató
ellos las destruyen. Hace dos semanas, Laksuma vivió uno de los momentos de más desesperación llegando al punto de tener que
llamar a la policía local después de un
violento episodio que tuvieron dos de sus hijos, cuando uno quiso atacar al otro.
Ayuda profesional
En diciembre del año pasado, las autoridades locales intentaron ayudar a la familia ofreciéndole
dos noches al mes de un profesional que apoyara a la madre, pero ella asegura que después de dos noches de estadía el beneficio fue revocado.
Su
ex pareja, con el quien aún lleva una relación debido a sus hijos en común, se encarga de los niños
una vez al mes desde que se separaron el año pasado.
A veces recibe
ayuda de sus vecinos durante algunas horas después de clases para que ella pueda trabajar, pero
cada vez están rechazando más el recibir a sus hijos debido a los constante
episodios de violencia que aumentan con el paso de los años.
Desde el Municipio de
Newport, informaron que están preocupados por el caso de Laksuma y el cuidado de su familia. Una trabajadora social se ha estado encargando de trabajar con ella durante varios meses en los temas de la crianza de sus hijos, pero al parecer no ha sido suficiente.