Una de las apuestas más llamativas para pasar el frío en el Gran Santiago, es el cocktail "Causa y efecto" que preparan en el subterráneo bar "Geber", ubicado desde diciembre pasado en el #6400 de Josemaría Escrivá de Balaguer. Un trago que suma milímetros de bitter, martini y gin sobre hielo perfumado, y que en un principio se había diseñado con espresso. Hoy la humeante apuesta integra cold brew —café preparado en frío—, que es macerado por más de 30 horas para llegar a su perfección.
"Es una mezcla que va muy de la mano con los días de lluvia. Se prepara en casa con un café colombiano de tostado medio para mantener su frutosidad, y que fuera aporte para el Martini Rubino, que es un vermouth muy afrutado con complejidad de madera y hierbas", explica a Emol su jefe de barra, Camilo Solano. Uno de los responsables de este intenso trago, tan dulce como amargo, que busca rememorar el secreto de la alquimia y que se puede maridar con el sabroso "tartar de Julio Verne" que también tienen en carta.
Dos tragos con tinto son las opciones que ofrece la bartender Nina Giaconi, que desde julio de este año resuelve las comandas en "Gracielo": un craft-cocktail bar que desde la azotea de Casa Garla mira el San Cristóbal, y donde decenas de preparaciones se realizan con insumos fabricados artesanalmente por ellos. Uno de ellos es el "Rosalía", en el cual mezclan un carmenere del Maule, con jarabe de canela, zumo de pomelo, limón y un licor de frambuesas negras. Bitter para terminar.
Asimismo, destaca el "¿A qué vino?" hecho con carmenere del Maule, syrup de té chai, espuma de naranja, bitter de angostura y Tío Pepe. Un cocktail que terminan con polvo de naranja con pimienta de Jamaica, y que en la boca puede recordar al clásico "Navegado" en olla, pero no: "Fue para darle el espacio a la gente que no toma destilado, para que salga de tomarse la típica copa de espumante, un jugo o una cerverza", indica segura la ganadora del Coctelera Festival 2018. Y es que ella y su equipo, como bien adelantó la revista Wikén, son un bar que prometen.
Para el director del departamento de Fruticultura y Enología de la UC, José Antonio Alcalde, por ningún motivo las personas deben creer que las cervezas son sólo para cuando hace calor. "Eso está ligado a la visión antigua en que se asociaba a mujeres en bikini y equipos de fútbol", dice sumando más de 30 años de experiencia en su producción y enumera tres características que debiesen tener para ser óptimas en los días fríos: que sean alcohólicas, tengan cuerpo y sean voluminosas.
De esta forma, las primeras que se le vienen a la cabeza al también juez de la "Copa Cervezas de América GCA" —que la semana pasada dirimió las mejores de todo el continente— son las "Stout, Porter y las negras más voluminosas como la Russian Imperial", que a su juicio tienen un intenso sabor tostado, dulzor y adecuado nivel de lúpulo que les balancea su amargor. Las de Guayacán, Szot, Kross y Spoh son su recomendaciónes.
Este fermentado que se logra con agua y con miel es conocido en la tradición nórdica como "la bebida de Odín", el rey de los Dioses. Según las creencias europeas, esta mística bebida era ocupada en rituales de matrimonios, donde los recién casados consolidaban su amor y garantizaban la sana procreación consumiendo hidromiel. "Del dicho al hecho hay mucho trecho", pero basta con mirar las redes sociales para ver cómo este ligero y chispeante trago ha ido tomando lugar desde el norte al sur de nuestro país.
Basta mirar las redes sociales y encontrarse con varios nombres. Estos son algunos de ellos: Odrerir (Valparaíso), Criyén (Colchagua), Melinium (Aconcagua), Misk’i (La Florida), Gunnlod (Santiago), Gerlach (Temuco) y Apigold (Patagonia)
¿No se imaginan con qué acompañarlo? Este producto es un trago flexible, con muchas variaciones, que pueden maridar excelentemente con quesos y charcuterías de nuestra Patagonia. Una idea son las lonchas de jamón serrano de "Tierra del Fuego" —similares a las que compartieron en la "Cena fin del mundo" en la ruca de Coco Pacheco— que acierta con hidromieles de higos tostados; como también los carpaccios de salmón que coquetearían con el frescor de una versión más lupulada. .