Los duques de Sussex,
Harry y Meghan, y su hijo
Archie no pasarán la Navidad con la reina Isabel II en Inglaterra, pues
viajarán a Estados Unidos para disfrutar de las fiestas con la madre de la ex actriz, Dorian Ragland.
Según informan hoy los medios británicos,
el príncipe tiene previsto llegar con su familia a Los Angeles (EE.UU.) en fechas próximas al día de Acción de Gracias, que este año se celebra el 28 de noviembre.
Al parecer,
la monarca está de acuerdo con esta decisión, que no es inusual dentro de la familia real. De hecho, los duques de Cambridge, William y Kate, ya han pasado algunas Navidades pasadas con los suegros del príncipe.
Harry y Meghan, que se convirtieron en padres por primera vez el pasado mayo,
han pasado las dos últimas Navidades con la reina, su esposo, el duque de Edimburgo, y otros miembros de los Windsor en la residencia privada de Sandringham, en Norfolk.
No obstante, los medios han especulado durante las últimas semanas que
la joven pareja quería salir del Reino Unido durante una larga temporada, para huir de las críticas a las que les ha sometido la opinión pública y de la atención de la prensa.
Harry habló de su vida personal y los problemas con los tabloides británicos a la cadena ITV, como parte de un documental efectuado mientras él y su mujer hacían recientemente un viaje por África.
En la cinta, el nieto de Isabel II
reconoció que él y su hermano William van en este momento por "caminos diferentes", y que tienen "días buenos" y otras veces "días malos".
En el mismo documental,
Meghan reveló que sus amigos británicos le habían dicho, tras conocer a quien hoy es su esposo, que no se casara con él porque
los tabloides le harían la vida imposible.
Recientemente,
el duque de Sussex anunció que decidió demandar al tabloide "The Mail on Sunday" por publicar una carta privada que su mujer le escribió a su padre.