Este sábado se anunció que Meghan Markle ya firmó un contrato laboral. Esto, luego de anunciar que cortará lazos financieros con la realeza inglesa, junto a su pareja, el príncipe Harry, con la intención de "dar un paso al costado" como miembros de esta dinastía.
De acuerdo a lo que publicó el diario The Times, la hasta ahora duquesa de Sussex firmó un contrato con la compañía de entretenimiento Disney para ser narradora "en off" en una de sus producciones. Incluso, se especula que la actriz habría cerrado este acuerdo laboral antes del anuncio de esta semana, el cual sacudió a la Casa Real.
Los honorarios de la actriz estadounidense se destinarán a la fundación ambientalista Elefantes Sin Fronteras, una ONG que ayuda y protege a los animales de la caza furtiva, según el medio internacional.
Según publicó otro medio británico, Daily Mirror, la pareja se está asesorando con Barack y Michelle Obama sobre los negocios que podrían llegar a cerrar después de abandonar la realeza. Meghan, quien fue protagonista de la serie Suits, está muy conectada a la industria de la moda y se rumorea que hay marcas importantes dispuestas a asociarse con ella.
La mayor parte de la riqueza de la monarquía británica se deriva de tierras e inversiones heredadas. Los contribuyentes británicos también apoyan a la familia real a través de una "concesión soberana". Pero, esto prohíbe a los miembros de la familia real obtener ingresos como profesionales. Sin embargo, al elegir la independencia financiera, Meghan y Harry ya no recibirían dinero a través de la subvención soberana y podrían trabajar profesionalmente.
Se estima que el patrimonio neto de Meghan es de aproximadamente 5 millones de dólares de su carrera como actriz, y el patrimonio neto de Harry es de al menos 25 millones, compuesto por una herencia de la princesa Diana y una asignación anual del príncipe Carlos, que podría quitársela, incluso. No se sabe cuánto de esto proviene de la corona.