En abril del año 2009, algunos países vivían una compleja situación en el ámbito de la salud con la aparición de los primeros contagios de
influenza AH1N1, un virus nuevo que no había circulado nunca antes en la especie humana, y cuyos primeros casos se registraron en México y Estados Unidos
Once años después, el mundo vive una situación similar con el
Covid-19, enfermedad que se ha expandido a la mayoría de los países, dejando a los sistemas de salud en una difícil posición a raíz de la rápida propagación de la enfermedad. Y aunque ambas fueron calificadas como pandemias por la Organización Mundial de la Salud (OMS), presentan algunas diferencia principalmente respecto a su letalidad, los grupos etarios a los que afecta y las tasas de contagios.
Hasta el 22 de julio de 2009, es decir, a la decimotercera semana desde el surgimiento de la influenza AH1N1, la OMS cifraba en
134.503 los casos de contagios y 816 muertes alrededor del mundo.
Con el
Covid-19, en tanto, el
panorama es bastante diferente, ya que desde el surgimiento del primer caso a fines de diciembre pasado y hasta este jueves -mismo período de 13 semanas-, el
número de contagios supera los 220 mil mientras que los
fallecidos son más de nueve mil personas.
En
agosto de 2010, la OMS dio por
finalizada la pandemia de AH1N1, con casi
18.500 muertos. El número de casos de contagio a nivel mundial los dejó de contabilizar en noviembre de 2009, cuando llegaban a más de 622 mil.
Luis Herrada, jefe del Servicio de Urgencia de Clínica Las Condes, explica a
Emol que ambas enfermedades presentan
síntomas similares y que desde el punto de vista clínico es difícil diferenciarlas, sobre todo, teniendo en cuenta que "el Covid-19 es un virus que es nuevo y sigue en evolución".
Uno de los puntos que Herrada identifica como diferencias, es respecto a los contagios. Por un lado, el médico explica que la influenza AH1N1 "era capaz de contagiar entre un 0,8 y 1 persona por cada paciente positivo con el virus. En cambio, en el caso del Covid-19 se habla de que pueden ser de 2 a 3, lo cual es una gran diferencia exponencial". "El crecimiento del coronavirus, como se ha comportado en el mundo, es tremendamente mayor", agrega.
"El coronavirus es tremendamente más contagioso, y la cantidad de enfermos a nivel mundial ha sido mucho más por eso", indica Herrada.
Grupo etario
Otra diferencia que hay entre ambas pandemias es la del grupo etario al que afecta cada una. "La H1N1 se comportó muy mal en embarazadas, obesos, adultos mayores y en algunos grupos pediátricos, niños muy pequeños", indica el médico.
Respecto al Covid-19, Herrada explica que, en el caso de los niños, estos presentan síntomas leves y tienen baja mortalidad, sobre todo en menores de nueve años. Respecto al resto de la población, Herrada señala que, por lo reportado en China, los más afectados son "personas sobre los 60 años, y que para pacientes obesos existe un factor de riesgo". Sin embargo, aclara que contrario a lo ocurrido con la H1N1, "no ha habido un empeoramiento de embarazadas en el mundo, a pesar de que se recomienda que no se contagien por el efecto de estar en su condición".
Comportamiento de los servicios de urgencia en Chile
A pesar de que hasta el momento las cifras de ambas enfermedades son bastante distintas, Herrada sostiene que, desde su experiencia, ha visto una diferencia entre las visitas a centros de urgencia durante la crisis de Covid-19 y lo que fue con la H1N1. El médico cuenta que para esta última, la afluencia a los servicios de urgencia aumentó en grandes cantidades. "De recibir 20 pacientes por hora, en el H1N1 llegamos a tener alrededor de 43 enfermos por hora (…)
Se veían entre 600 y 700 pacientes en 24 horas", indica.
Esto ocurrió debido a que para la pandemia de 2009 existía un medicamento, por lo que "la gente corría a las urgencias para recibir ese remedio, que era el
Tamiflu".
Sin embargo, explica que con el coronavirus, el número de consultas de urgencia ha sido distinto. "Al comienzo, con el pánico colectivo crecieron las consultas, pero ahora
con los llamados a no consultar, a quedarse en la casa y hacer cuarentena, en las últimas 24 horas las consultas se han mantenido bastante estables, con la demanda habitual", explica el médico.
Por último, Herrada llama a las personas a
no entrar en pánico y consultar cuando tengan síntomas de gravedad, como dificultad respiratoria o fiebre, destacando la importancia de hacer aislamiento social. De lo contrario, "a medida que aumente el nivel de pánico colectivo, la gente llega a urgencias, y el problema es que se genera mortalidad indirecta, es decir, llegan 30 pacientes jóvenes resfriados por hora, y un adulto mayor con dolor torácico entre medio de esos, por lo que si el sistema se colapsa puede que ese el adulto mayor tenga que esperar cerca de dos horas para entrar", finaliza.
