Colo Colo puso la balanza a su favor en la Copa Sudamericana

PACHUCA.- No fue el equipo brillante y avasallador de otras jornadas, no tuvo a Matías Fernández iluminado, pero de todas formas Colo Colo se comportó como un equipo eficaz y maduro, lo suficiente como rescatar un empate 1-1 como visitante ante Pachuca, un resultado que los deja con grandes chances de alzarse como campeón de la Copa Sudamericana.

Desde los primeros minutos el equipo local asfixió a Colo Colo con un gran despliegue físico y una loable firmeza defensiva, que hizo prácticamente desaparecer del campo a Fernández durante casi todo el partido, destruyendo el lucido juego de toque que tradicionalmente practican los dirigidos de Claudio Borghi.

La velocidad del intrépido Christian Giménez se transformó en la mayor pesadilla de los albos, que en toda la primera fracción tuvieron serios problemas para poder salir jugando y más aún para acercarse a la portería de Miguel Calero. Sólo alguna entrada de Alexis Sánchez le dio empuje al equipo nacional, pero la gran actuación del defensor colombiano Aquivaldo Mosquera frenó la mayoría de los avances colocolinos.

Por el contrario, Pachuca bombardeó la portería alba con centros y remates de distancia, aunque la mayoría de ellos terminaron en las sólidas manos de Sebastián Cejas o despejados por la zaga alba. Aún así, la última línea colocolina pecó de confianza y cedió demasiados espacios para las maniobras de los locales, especialmente a la hora de dejar libres a sus rivales en los disparos de fuera del área.

La fórmula del gol para los mexicanos llegó a los 27 minutos, con un contragolpe voraz empujado por Giménez, quien tras escalar por el sector izquierdo sacó un medido centro para Andrés Chitiva, quien sin marca alguna tan solo tuvo que empujar el balón con su cabeza para anotar el 1-0.

El mediotiempo fue un respiro necesario para Colo Colo, que en el segundo lapso corrigió no todos, pero sí gran parte de los errores que cometió en la primera etapa, siendo más incisivo a la hora de presionar a sus rivales.

El premio llegó a los 50 minutos, cuando Sánchez intentó cruzar el muro de rivales al borde del área y terminó cediendo el balón con un rebote a Humberto Suazo, que no desaprovechó la chance con una rápida media vuelta y un tiro cruzado, que le permitió batir al sólido portero Calero y dejar las cosas 1-1.

En el recuento final, fue prácticamente la única gran jugada de gol que tuvo Colo Colo, fuera de un remate de Alexis Sánchez a los 59', que desvió con grandes reflejos el guardameta Calero.

Tras esa jugada Borghi decidió reorganizar sus piezas y sacó a Sánchez para poner al defensor Andrés González, pasando a una línea de cuatro en el fondo que claramente le dio más seguridad a la última línea del equipo.

Pachuca, que controló el balón todo el primer tiempo y grandes pasajes del segundo, terminó desesperándose con remates de distancia que poco daño hicieron. Lo más peligroso fue un remate de Fernando Salazar desviado por un zaguero que Cejas alcanzó a manotear sobre el travesaño y un disparo de Jaime Correa que dio en el travesaño, ambas jugadas cuando quedaban menos de cinco minutos para el final.

Con esa cuota de incertidumbre y emoción se agotaron los últimos instantes de un partido donde Colo Colo estuvo lejos de mostrar las luces de otras jornadas -especialmente las de un opaco y sobremarcado Matías Fernández-, pero sí dio una lección de eficacia para llevarse un resultado que prácticamente se saborea como triunfo.

Ahora los albos podrían dar la vuelta olímpica en el estadio Nacional (el Monumental se encuentra suspendido), cuando el próximo 13 de diciembre se juegue la revancha en Santiago. El cuadro colocolino le basta un empate 0-0 para llevarse la copa o un triunfo por cualquier marcador. Una posición ventajosa para terminar la sequía de títulos internacionales para el fútbol chileno, con una copa que está a sólo un paso de distancia.