CIUDAD DEL VATICANO.- El Colegio de Cardenales resolvió hoy que el 18 de abril iniciará la votación secreta en la Capilla Sixtina para elegir al sucesor del papa Juan Pablo II, al tiempo que el Vaticano ultimaba los preparativos para el funeral, en el cual se prevé la presencia de gobernantes de todo el mundo y millones de peregrinos.
Previamente los cardenales leyeron el testamento espiritual de Juan Pablo durante una reunión preliminar y resolvieron difundirlo el jueves, dijo el vocero Joaquín Navarro Valls.
Navarro Valls dijo que los cardenales celebrarán misa por la mañana el 18 de abril, y poco después del mediodía se encerrarán en la Capilla Sixtina para iniciar el cónclave. Lay ley eclesiástica exige que realicen una primera votación el día inicial del cónclave.
Los cardenales que han acudido a Roma para el funeral y entierro de Juan Pablo, previstos para el viernes, se han reunido ya durante tres días. Navarro Valls descartó que los restos del Papa fueran velados en la basílica de San Juan de Letrán, al otro lado de Roma, antes de ser enterrados, como se hizo con el papa Pío XII cuando murió en 1958.
La lectura del testamento difícilmente influirá en las decisiones de los 117 cardenales que elegirán al nuevo jefe espiritual de los 1.000 millones de católicos del mundo.
Los documentos tampoco revelaron el nombre de un cardenal que Juan Pablo dijo que nombró en 2003 pero jamás identificó, lo cual puso fin a las conjeturas de que un cardenal nuevo se sumaría al cónclave a último momento.
Juan Pablo conservó el nombre de ese cardenal "in pectore", un recurso de los papas para designar cardenales en países donde la iglesia sufre persecución.
Navarro Valls dijo que dada la magnitud de las multitudes que convergían sobre Roma, el Vaticano no podía satisfacer el reclamo —"de romanos y no romanos"— de contemplar los restos del papa en Letrán, la catedral de Roma. Juan Pablo será enterrado en la gruta bajo la Basílica de San Pedro inmediatamente después del funeral.
Modificando una tradición varias veces centenaria, el Vaticano anunció que pensaba echar las campanas a vuelo además de emitir humo blanco para anunciar la elección del nuevo pontífice.
El humo negro que sale de la chimenea de la Capilla Sixtina indica que no se ha tomado una decisión después de una votación, mientras el humo blanco indica que se ha elegido un nuevo Papa.