LONDRES.- "He escuchado y he aprendido", afirmó hoy el laborista Tony Blair, que por tercera vez en ocho años recibió el encargo de la reina Isabel II de que forme Gobierno, que puede incluir cambios en carteras clave aunque su "hombre fuerte" seguirá siendo el actual ministro de Economía, Gordon Brown.
Blair cumplió el vistoso trámite de trasladarse en limusina desde su residencia de Downing Street hasta el palacio de Buckingham a la llamada de la soberana, tras proclamarse ganador de las elecciones del jueves con su tercera mayoría absoluta consecutiva, aunque ahora más exigua.
En una declaración ante su residencia oficial, acompañado por su esposa Cherie y sus tres hijos mayores, Euan, Nicholas y Kathryn, y en un tono emocionado y ante gran expectación periodística, Blair dijo que, cuando hace ocho años llegó a Downing Street, era "mucho más joven, pero menos experimentado", pero ahora su equipo tiene "experiencia, conocimiento y determinación" para lograr sus fines.
Blair citó entre sus prioridades para su tercer mandato la consolidación económica, la ayuda a Africa y la reducción de la violencia en las calles del Reino Unido, e insistió en que, tras las divisiones causadas por la guerra contra Irak, hay que "pasar la página".
Tras entrar en su residencia, una nube de especulaciones periodísticas rodearon al líder laborista, quien, según la cadena BBC, podría anunciar hoy mismo una reestructuración de Gobierno.
Cambios del gabinete
La mayoría de las quinielas apuntan a que dará entrada en su nuevo Gabinete a representantes del ala izquierda de su partido y volverá a acoger al ex ministro de Interior David Blunkett, caído en desgracia hace unos meses a raíz de un sonado fracaso sentimental.
La especulación más recurrente es que podría incluir en el nuevo Gobierno a políticos cercanos a Brown, el eterno aspirante a la sucesión, que durante la campaña le ha dado un apoyo incondicional.
"Tenemos que escuchar a la gente y responder de forma sabia y sensata, pero han dejado muy claro que quieren continuar con los laboristas y no volver a la era de los conservadores", había dicho el reelegido Primer Ministro en un mensaje a sus simpatizantes.
Su intención es sacar adelante proyectos legislativos como la introducción de carnés de identidad, mayores restricciones a la entrada de inmigrantes y nuevas leyes antiterroristas más duras.
Pero, aunque ha logrado para su partido un histórico tercer mandato, su previsible mayoría de 66 escaños en la Cámara de los Comunes le obligará a negociar no sólo con la oposición sino, sobre todo, con los "rebeldes" de su grupo parlamentario.
Algo a lo que el Primer Ministro del Reino Unido no está muy acostumbrado a hacer, pues en sus dos anteriores mandatos dispuso de holgadas ventajas, de más de 150 escaños, que por lo general le permitieron respirar tranquilo.
Pero, a falta todavía de un anuncio oficial, lo único que se sabe con seguridad es que el ministro de Economía del Reino Unido seguirá siendo Gordon Brown, porque así lo confirmó Blair durante la campaña.