El sacerdote Raniero Cantalamessa, cuyas palabras tuvieron una rápida respuesta por parte de víctimas de abusos.
AP
WASHINGTON.- Una asociación estadounidense de víctimas de sacerdotes pedófilos y un representante del judaísmo expresaron este viernes su desaprobación a las palabras de un representante del Vaticano que comparó las críticas que recibió la Iglesia Católica por los abusos sexuales en su seno con el antisemitismo.
Frente a Benedicto XVI, que presidía la liturgia de la Pasión de Cristo en la basílica de San Pedro, el sacerdote Raniero Cantalamessa dio lectura a una carta de "solidaridad" al Papa y a la Iglesia, que dijo haber recibido recientemente de un "amigo judío".
"La utilización del estereotipo, el traspaso de la responsabilidad y las faltas personales a la falta colectiva me recuerdan los aspectos más vergonzosos del antisemitismo", escribe el autor de la carta citada por Cantalamessa.
"Esto hace mal al corazón, ver que un responsable de alto rango del Vaticano, una persona informada, hace observaciones tan duras, que son un insulto tanto a las víctimas de las agresiones sexuales como para los judíos", declaró en un comunicado David Clohessy, quien dirige un grupo de defensa de las víctimas de sacerdotes pedófilos, el SNAP (Survivors Network of those Abused by Priests).
"Es moralmente equivocado comparar la violencia física real y el odio contra un gran número de personas inocentes con lo que no es otra cosa que el examen público de los actos de un pequeño grupo de responsables cómplices", agrega Clohessy.
Por su lado, el rabino Gary Greenebaum, encargado de relaciones interreligiosas en el seno del Comité Judío Norteamericano, calificó de "maliciosas" las declaraciones del padre Cantalamessa. "No es una comparación adecuada, es evidente y claro para la mayoría de las personas", declaró a la AFP.
El portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, destacó en relación con la postura de Cantalamessa que se trataba "de una carta leída por el predicador y no la posición oficial del Vaticano".
