Andrea de Gatica vive desde 1999 en EE.UU.
SANTIAGO.- Dos mil dólares y un reconocimiento que la hace sentirse orgullosa del trabajo que realiza en una escuela pública de Virginia (Estados Unidos), fue lo que recibió el pasado 3 de mayo la chilena Andrea de Gatica tras ser galardonada como "Profesora Hispana del Año 2010".
El premio es otorgado por la Hispanic Youth Foundation en conjunto con la Universidad Marymount y, según De Gatica, es "sumamente prestigioso" si se considera que a él postularon profesores de todos los distritos del Estado de Virginia.
Quien decidió presentarla como candidata al galardón fue su jefe en el Edison High School del condado de Fairfax, donde De Gatica imparte clases de inglés.
"Cuando me dijeron que había ganado me sentí honrada y feliz de saber que la labor que hago de alguna manera ayuda al éxito de la comunidad, de los estudiantes, y que lo estoy haciendo bien", manifestó la chilena a Emol.
De Gatica lleva cinco años trabajando en el mismo establecimiento. Comenzó dando clases de español a hablantes no nativos, pero al poco tiempo se dio cuenta de que existía una gran necesidad de enseñar inglés a los estudiantes que llegaban de otros países y que necesitaban manejar el idioma.
"Los estudiantes realmente necesitan hablar inglés para poder funcionar, porque cuando llegan a la escuela en Estados Unidos viniendo de otros países, tienen que funcionar como un estudiante regular. Entonces, lo que yo enseño es inglés como segunda lengua para poder ayudar a los estudiantes a que tomen las clases regulares y que puedan graduarse de la escuela secundaria", explicó la chilena.
Por esta razón, De Gatica cree que en la escuela Edison ha encontrado un lugar en el cual realmente puede ayudar a la comunidad. "Veo los logros que he tenido, y me siento feliz y orgullosa de ser hispana y poder ayudar en Estados Unidos", afirmó.
Sin embargo, De Gatica no ha desarrollado su vida laboral sólo en Estados Unidos. Tras estudiar en Montreal (Canadá), la chilena se inscribió en un programa de Pedagogía de la Universidad Católica de Chile, del que se graduó en 1998. Hizo su práctica profesional en el colegio de los Sagrados Corazones de Alameda y luego fue contratada como profesora de inglés en el Deutsche Shule.
El trabajo le duró poco, ya que se enamoró de un estadounidense con quien se casó y emigró al país del norte. No obstante, no se ha olvidado de Chile.
"Yo sueño con Chile, yo quiero a Chile. En mi sala de clases tengo una tremenda bandera de Chile. Me encanta, soy chilena hasta el fondo, pero al mismo tiempo creo que estoy haciendo una buena labor acá", sostuvo.
Es así como su idea es ayudar a Chile desde EE.UU., por ejemplo estableciendo un contacto entre la escuela en la que trabaja y una chilena que necesite ayuda. Esto debido a que volver a trabajar en el país es ahora una posibilidad remota.
"Chile está completamente presente en mí siempre, pero para volver a trabajar allá tengo que convencer a mi marido y todavía no he podido hacerlo", concluyó.