Marcela Marchant ofreció su testimonio en conversación en Maitencillo, con Karen Doggenweiler, y luego en estudio.
TVNSANTIAGO.- "Con todo el derecho del mundo y con mucho amor, nos vamos a tomar la licencia de recordar a nuestros compañeros como ellos se lo merecen", decía Julián Elfenbein apenas unos minutos pasadas las 08:00 de esta mañana.
Así, aludiendo a las críticas que durante el año sonaron por la reiteración con que "Buenos Días a Todos" aludió a la tragedia de Juan Fernández, se dio inicio al programa especial que el matinal preparó para recordar a sus cinco compañeros: Felipe Camiroaga, Roberto Bruce, Rodrigo Cabezón, Sylvia Slier y Carolina Gatica.
También en la largada, en un contacto en directo desde el archipiélago con Gonzalo Ramírez, el ex notero del matinal fue más enfático al reivindicar el recuerdo en pantalla: "Para algunos podría ser un exceso, pero es un derecho. Se murió parte de la familia", dijo.
Y no fue la única reivindicación reclamada por los rostros del matinal. En la partida a las 08:00, Elfenbein se plegó a las voces que piden un pronto esclarecimiento del caso: "Ha pasado un año y todavía buscamos conformarnos con sus partidas. Parte de esa conformidad es saber las reales causas que provocaron el accidente, anhelo que compartimos con las familias de las 21 víctimas del Casa 212. Mantenemos, y lo digo con la voz bien alta, la esperanza de que esa versad salga a la luz", leyó el animador.
Al respecto, el testimonio más dramático lo entregó la esposa del camarógrafo Rodrigo Cabezón, la única víctima del equipo cuyo cuerpo no pudo ser rescatado.
Marcela Marchant, quien optó por no viajar a Juan Fernández este fin de semana junto al resto de los familiares, contó que Cabezón "no está declarado como fallecido", lo que ha dificultado los trámites posteriores.
"Las autoridades han sido poco serias en poder ayudar a los familiares a agilizar los trámites de rigor", aseguró, y agregó que las mismas "se fueron en puras promesas" y "no cumplieron" con la colaboración anunciada.
La mujer además mostró su esperanza en "encontrar la verdad" sobre el accidente que le costó la vida a su marido.
Emoción y recuerdo
Pero además de llamar la atención sobre las falencias del proceso posterior a la tragedia, Marchant —quien estuvo cerca de un cuarto de la transmisión total en pantalla— también aportó con la otra cara que marcó a esta edición especial del matinal: La emoción y los recuerdos.
Así, la mujer habló sobre la feliz vida en pareja que logró construir con Cabezón, y las razones que la han llevado a no retirar su moto del estacionamiento de TVN, y a no asistir a las ceremonias en Juan Fernández.
Sobre lo primero, contó que no cree tener aún las fuerzas necesarias como para ver a diario el vehículo del camarógrafo en su propio estacionamiento, como ocurría hasta septiembre de 2011.
Respecto del viaje al archipiélago, aclaró que es algo que hará a futuro, pero que prefiere acercarse "con el fin de que sea un encuentro con Rodrigo, porque es el lugar donde él quedó. No quiero que sea una ceremonia masiva, con medios, que no tienen que ver con el sentimiento de uno como familia".
"Mi objetivo es poder llegar algún día, no a despedirme de Rodrigo ni a cerrar un ciclo, sino para acercarme al lugar donde quedó él físicamente", explicó emocionada.
El programa especial de "Buenos días a todos" abordó únicamente el recuerdo de sus compañeros fallecidos en la tragedia, a través de enlaces y videos especialmente preparados, en los que se optó por descartar el drama, para centrarse en la emoción, la nostalgia y algunas cuotas de humor.
Es lo que le tocó vivir a Julián Elfenbein, quien debió resignarse a escuchar a telespectadoras que comentaban en directo que desde la partida de Felipe Camiroaga ya no ven el matinal, y que el programa "no es lo mismo" con "el reemplazante".
Otro punto alto de la emisión lo marcó Jorge Camiroaga, quien recordó a su hijo y habló sobre el duelo vivido, además de observar la particular devoción que ha despertado el animador: "Me ha llamado mucho la atención que la gente que está enferma le pida salud a Felipe. No quiero que lo consideren un santo, porque no era un santo. Era un encanto, pero no un santo (...) No quiero un santito en la familia, quiero que recuerden a mi hijo con el cariño que lo han hecho".