Teresa Correa, de 35 años.
Roberto Beltán Avendaño / Diario Austral de OsornoOSORNO.- Una joven madre osornina señaló que está dispuesta a vender uno de sus riñones con el fin de acabar con la penosa situación económica que la agobia y que no le permite ofrecer a sus dos hijos un techo donde vivir.
Teresa Correa, de 35 años, dijo estar completamente acorralada ante múltiples dificultades. "Ya no sé qué hacer, necesito poder darle un lugar donde vivir a mis hijos y necesito plata. Por eso estoy dispuesta a vender un riñón, es lo único que me queda por hacer", sostuvo.
Según contó, su problema económico-habitacional nació luego de que en el año 2004 decidiera vender la vivienda que tenía en la Villa El Rahue. No obstante, el dinero de esta transacción le fue sustraído en dependencias de un céntrico supermercado, dejándola a ella y a su grupo familiar literalmente en la calle.
La mujer -según su versión- ha debido incurrir en todo tipo de medidas para optar a un lugar donde vivir, desde cartas exponiendo su situación a la Presidenta Michelle Bachelet, hasta tocar las puestas de oficinas públicas y privadas en busca de ayuda que, a la fecha, no se habría concretado. Asimismo -dijo- ha tratado de optar a una vivienda a través del subsidio habitacional, no obstante, la asignación de este tipo de beneficios sólo se otorga una vez, por lo que es imposible volver a tener una casa por este medio.
"No quiero volver a la calle"
Desde el robo en 2004 ha debido vivir de la caridad en calidad de allegada de algunas familias osorninas. Actualmente, reside en una pieza en una casa al final de calle Los Carrera, lugar que deberá abandonar, puesto que los dueños le informaron que pretenden arrendar dicha habitación.
"Ahora no sé qué hacer, pero no quiero volver a la calle", señaló afectada, recordando que durante los meses previos de ser acogida en su actual domicilio, debió dormir en plena vía pública.
Además de este problema, la mujer se encuentra aquejada de una enfermedad cardiaca, por lo que debe medicarse de por vida. El tratamiento de su dolencia lo realiza en el Hospital Base de Osorno. A raíz de esta afección, la mujer recibe un beneficio social consistente en 44 mil pesos, dinero con el que debe mantenerse y alimentar a sus dos hijos, Felipe de 14 años y Bárbara, de 7.
A la vez, la joven estaría atestada por trámites legales debido a las demandas por pensión de alimentos que presentó en el Tribunal de Familia contra los padres de sus hijos. Según comentó, el progenitor de su hija menor, actualmente le adeudaría 4 millones seiscientos mil pesos por concepto de pensión alimenticia.
En tanto, la Corporación de Fomento del Trasplante ha insistido que en Chile la venta, compra y facilitación de órganos es un delito.