La agresión a la jueza.
El Mercurio.SANTIAGO.- "Nunca supe que era la jueza", declaró anoche a TVN el joven Jorge Lizama, de 19 años, quien deberá cumplir prisión preventiva mientras dure el proceso por la agresión a la magistrada Gloria Ana Chevesich, durante la jornada de protesta del 29 de marzo último.
Lizama dijo estar “sumamente arrepentido” por la agresión a Chevesich y aunque reconoció que rayó el automóvil de la jueza, no fue él quien rompió el parabrisas.
Señaló, asimismo, que no actuará otra vez con violencia y que está interesado en continuar sus estudios.
El joven, que dice ser “libertario, no anarquista”, admitió haber participado en la marcha a La Moneda el 10 de septiembre de 2006, pero negó haber arrojado una bomba molotov contra Palacio. Sí reconoció haber apedreado un local de comida rápida en la Alameda.
"No creo que me sirva la cárcel"
Lizama dijo que "no creo que debería caer a la cárcel, que es lo peor que le puede pasar a una persona. La gente sale peor, entonces no creo que me sirva de mucho ir a la cárcel".
Consultado qué le diría ahora la jueza dijo que "le pediría disculpas porque sé que se choqueó, que es una mujer, que se asustó con tanta gente".
Si acaso es anarquista reiteró que "no, soy libertario, no soy anarquista. Si lo fuera no estaría viviendo acá, estaría autogestionando mi vida".
El joven rechazó que sea un símbolo de la violencia juvenil. "No lo soy, estoy siendo perseguido simplemente, una persecución, alguien tiene que caer bien abajo y caí yo".
Al preguntársele por qué se encapucha contestó: "Porque en este sistema si te ven la cara, si saben quién es uno, te meten a la cárcel. La única posibilidad es salir encapuchado, que no te vean la cara. No es de cobardía, es de valentía".
Y agregó: "si todos protestaran a rostro descubierto estarían todos ahora en la cárcel".
"Sin violencia no te pescan"
Ante otra pregunta, respondió "Qué se puede lograr si no actuai (sic) con violencia, si actuai pacíficamente en una marcha nadie te va a pescar".
Respecto a los daños señaló: "Los que destrozan locales son unos flaites, no saben nada de lo que están haciendo, destruyen locales de gente humilde. Lo que si es justificable, quizás, es romper un banco, una multinacional".
Si acaso tenía temor de lo que le pasara señaló: "Obvio que sí, si voy a estar en la cárcel con delincuentes prácticamente".
"No me siento delincuente, no lo soy, delincuente es la gente que anda violando, la gente que el anda robando a su propia gente".
Respecto a la falta de su madre en su formación, dijo que había sufrido cuando ella se fue y se mostró extrañado de que ahora mostrara preocupación. Añadió que quería más a su padre.
Prisión Preventiva
La prisión preventiva de Lizama fue ordenada por la Tercera sala de la Corte de Apelaciones capitalina, tras analizar la apelación presentada por el Ministerio Público luego que el 31 de marzo el Séptimo Juzgado de Garantía desestimara privar de libertad al imputado.
Tras escuchar los alegatos de las partes, el tribunal determinó que el 29 de marzo Jorge Lizama, en “conexión con terceros (…), se trasladó hasta el centro de Santiago con el objeto de cometer actos de violencia indiscriminada”.
El fallo agrega que “el imputado, luego que fuera interceptado el automóvil de la ministra en calle Diagonal Paraguay con Lira, y advertido de que se trataba de una alta funcionaria del Estado, (…) procedió a atacarla discrecionalmente, lanzando piedras que destrozaron un vidrio del móvil”.
La sala consideró además que al joven le afecta la agravante de haber actuado de propósito con su rostro cubierto.
La decisión de la Corte dejó contento al fiscal Leonardo de la Prida, quien indaga los desórdenes ocurridos el Día del Joven Combatiente. “El señor Lizama en este caso constituye un peligro para la sociedad, especialmente por la conducta recurrente en que ha sido sorprendido”, dijo.
Junto con ello, valoró que la Corte haya accedido a revocar la suspensión condicional del proceso que el joven enfrentó por los desórdenes que protagonizó en septiembre, cuando se le formalizó por daños al local de comida rápida. “Lo vamos a poder condenar ahora por todos los delitos”, agregó.
La defensa de Lizama, encabezada por Andrés Rieutord, alegó que el joven no actuó concertado, que no sabía que se trataba de la ministra, y que no se puede privar de libertad a una persona “para satisfacer a la opinión pública”.