Pero, ¿puede un hombre llegar a ser tan perfecto? Pues no. Se dice que este astro del deporte ha gastado casi un millón de pesos al mes en calzoncillos Calvin Klein, por lo que padecería de una adicción al lujo, llamada “lujorexia” y que además no soporta vestir dentro de su casa con colores que desentonen con la decoración hogareña, así que por eso siempre anda de blanco. Incluso su esposa ha declarado que David sufre de una fuerte obsesión que lo hace ordenar los productos de su refrigerador por colores.
Desde el 2007, David Beckham vive junto a Victoria y sus tres hijos en una mansión de Beverly Hills, en el estado norteamericano de California, donde Becks juega para el equipo L.A. Galaxy.
Ya antes de ingresar a su actual casa deportiva, el Spice boy le hizo ganar 10 millones de euros con las ventas de la camiseta del número 7 y el aumento de los abonados al estadio. Se espera que con esta figura inglesa entre sus filas, el fútbol gane más adeptos en Estados Unidos.
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