Por qué verlo: Porque es el llamado a clavar la bandera del stand-up comedy en la versión 2015 del Festival, luego de que en 2014 lo hiciera su socio Jorge Alís. El éxito del argentino llevó a los organizadores a jugársela nuevamente por alguien de esta rama del humor, por lo que la correlación sugerida es clara: Si les gustó lo de Alís, pues entonces debería gustarles también lo de Murillo.
Por qué hacer zapping: Es que lo bueno de una rutina no es algo que venga garantizado por adscribir a un género o una generación de comediantes. Está bien, al desconocido Alís le fue bien en 2014, pero nada garantiza que el desconocido Murillo pueda repetir la historia en 2015. ¿Tanta incertidumbre amerita un trasnoche?
Pronóstico: El éxito de Alís demostró que el público de Viña y los televidentes esperan nuevos formatos y lenguajes, respecto de los que por años han imperado en el humor televisado. Murillo tiene las armas para satisfacer esa demanda, por lo que si se le dan las cosas hasta podría anotarse como la gran sorpresa del Festival.