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  Fray Andresito

El 14 de enero se cumplen 150 años de la muerte de Andrés Antonio María de los Dolores García Acosta, conocido como Fray Andresito.

Nació en Fuerteventura, en las Islas Canarias, España. Vivió hasta 1832 como pastor de ovejas y enseñando el evangelio a niños. Muertos sus padres y casados sus hermanos, partió hacia América.

Inicialmente estuvo en Uruguay donde, después del 14 julio 1835, ingresó al convento franciscano, lugar donde fue expulsados tres años después. Su guía espiritual, el sacerdote Felipe Echenagussia, le recomendó viajar a Chile y establecerse en la recién inaugurada Recoleta franciscana.


Camino a los altares


1894: Fray Julio Uteau fue nombrado vicepostulador de la causa quien, en 1900 fue sucedido por Fr. Bernardo Calixto Montiel.

2 de marzo de 1904: el padre Calixto entregó, en Roma, la copia legalizada del proceso en la Sagrada Congregación de Ritos


23 de mayo de 1920: el Arzobispo de Santiago, Crescente Errázuriz, inició el Proceso Apostólico sobre las virtudes y milagros del Siervo de Dios y nombró juez delegado a su vicario general, Melquisedec del Canto.

18 de enero de 1930: decreto de apertura del Proceso Apostólico. A partir de ese momento la causa no continuó por diversos motivos.

1975: el Postulador General, Fray Antonio Cairoli, manifestó en Roma que se debía preparar una exhaustiva investigación de archivo.

1990: Se renovó el interés por la Causa. El Postulador General, Juan Folguera, envió al Vicepostulador el permiso para abrir la caja con la documentación, lo que ocurrió el 19 en presencia del Arzobispo Carlos Oviedo.

1999: Por disposición de la Postulación General de la Orden Franciscana en Roma, la sangre de Fray Andrés ya no podrá ser expuesta en la Iglesia porque será sometida a los exámenes clínicos correspondientes.

Actualmente es: siervo de Dios
En Internet: www.frayandresito.cl

Allí fue destinado como ayudante del cocinero: lavar los platos y barrer eran labores que desempeñaba con humildad, dedicación y alegría. En agosto de 1939 fue designado limosnero de la iglesia. Se levantaba a las cuatro de la mañana para ayudar en la primera misa y después orar. A las 7.00 salía a recorrer las calles de Santiago para realizar sus labores.

Él logró producir una conexión entre el mundo de la pobreza y el de la riqueza. No era un tipo buenmozo ni tenía educación, pero la gente de la aristocracia lo escuchaba y le solicitaba consejo, como los ilustrados Francisco Ossa y Enriqueta Pinto.

Estuvo muy dedicado a las obras sociales. Repartía canastos con frutas y pan a los pobres. Otro tanto llevaba a la cárcel y a hospitales. Entre los años 1848 y 1849 se reunía todas las noches con unos cincuenta obreros para rezar y hacer reflexiones.

En 1850 fundó con el Padre Francisco Pacheco la "Hermandad del Corazón de Jesús", donde apoyaban y ayudaban material y espiritualmente a la gente modesta.

Además de confortar a muchos en la portería del convento llevaba medicinas -preparadas por él mismo- a los enfermos y visitaba a los moribundos.

La expresión "Alabado sea Dios" lo identificó hasta los últimos momentos de su vida.

Los primeros días de enero 1853 se le diagnosticó una pulmonía y se le practicó una sangría como un medio para aliviar la fiebre. El día 12 del mismo mes anunció que moriría el viernes y al día siguiente profetizó a Fr. Pacheco: "Moriré mañana a las ocho".

Tal como lo había anunciado, el hermano Andrés falleció el 14 de enero de 1853 a las ocho de la mañana.

Sus restos mortales fueron expuestos en el coro del convento de la Recoleta franciscana, donde se congregó una multitud de todas las condiciones sociales. Dos años después, la reconstrucción de los claustros obligó a cambiar de sitio el panteón del convento y el cuerpo del hermano Andrés fue exhumado: la madera del cajón estaba podrida, pero el cuerpo del fraile se hallaba intacto.

Hoy, cerca del templo, el comedor Fray Andresito alimenta cuatro veces por semana a alcohólicos, prostitutas e indigentes gracias a la caridad de sus devotos. Incluso a su humilde casa de origen -que se conserva como lugar de oración en Fuerteventura- acuden fieles a entregar alimentos para los más pobres.

 
 
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