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Fray
Andresito El 14 de enero se cumplen 150 años de la muerte de Andrés Antonio María de los Dolores García Acosta, conocido como Fray Andresito. Nació en Fuerteventura, en las Islas Canarias, España. Vivió hasta 1832 como pastor de ovejas y enseñando el evangelio a niños. Muertos sus padres y casados sus hermanos, partió hacia América. Inicialmente estuvo en Uruguay donde, después del 14 julio 1835, ingresó al convento franciscano, lugar donde fue expulsados tres años después. Su guía espiritual, el sacerdote Felipe Echenagussia, le recomendó viajar a Chile y establecerse en la recién inaugurada Recoleta franciscana.
Allí fue destinado como ayudante del cocinero: lavar los platos y barrer eran labores que desempeñaba con humildad, dedicación y alegría. En agosto de 1939 fue designado limosnero de la iglesia. Se levantaba a las cuatro de la mañana para ayudar en la primera misa y después orar. A las 7.00 salía a recorrer las calles de Santiago para realizar sus labores. Él logró producir una conexión entre el mundo de la pobreza y el de la riqueza. No era un tipo buenmozo ni tenía educación, pero la gente de la aristocracia lo escuchaba y le solicitaba consejo, como los ilustrados Francisco Ossa y Enriqueta Pinto. Estuvo muy dedicado a las obras sociales. Repartía canastos con frutas y pan a los pobres. Otro tanto llevaba a la cárcel y a hospitales. Entre los años 1848 y 1849 se reunía todas las noches con unos cincuenta obreros para rezar y hacer reflexiones. En 1850 fundó con el Padre Francisco Pacheco la "Hermandad del Corazón de Jesús", donde apoyaban y ayudaban material y espiritualmente a la gente modesta. Además de confortar a muchos en la portería del convento llevaba medicinas -preparadas por él mismo- a los enfermos y visitaba a los moribundos. La expresión
"Alabado sea Dios" lo identificó hasta los últimos
momentos de su vida. Hoy, cerca del templo, el comedor Fray Andresito alimenta cuatro veces por semana a alcohólicos, prostitutas e indigentes gracias a la caridad de sus devotos. Incluso a su humilde casa de origen -que se conserva como lugar de oración en Fuerteventura- acuden fieles a entregar alimentos para los más pobres. |
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