WASHINGTON.- A través de dos telescopios instalados en Chile y uno operando en el espacio, científicos descubrieron un llamativo sistema planetario que cuenta con siete exoplanetas de tamaños similares a la Tierra, de los cuales tres estarían en una "zona habitable" y podrían tener océanos de agua, abriendo la posibilidad a que contengan vida.
El anuncio fue hecho a través de una conferencia de la NASA, anunciada hace dos días y que generó expectación alrededor del mundo, y un paper publicado en la revista especializada Nature.
Se trata de siete planetas que orbitan alrededor de TRAPPIST-1, una estrella enana ultrafría ubicada a 39 años luz. El descubrimiento fue hecho usando los telescopios TRAPPIST-South y VLT, ambos instalados en Chile y administrados por el Observatorio Austral Europeo (ESO), y con el telescopio espacial Spitzer de la NASA. Luego las observaciones fueron confirmadas usando otras instalaciones alrededor del mundo.
Los planetas fueron nombrados TRAPPIST-1b, c, d, e, f, g y h, siendo el primero el que tiene una órbita más cercana a la estrella. Todos tienen tamaños similares a la Tierra y seis son "comparables tanto en tamaño como en temperatura", indicó ESO en un comunicado. Seis de ellos tendrían una composición rocosa, según las mediciones de densidad.
"Este es un sistema planetario asombroso", indicó Michael Gillon, del STAR Institute de la University of Liege de Bélgica y autor principal del trabajo publicado en Nature. "No sólo porque hemos encontrados tantos planetas, sino que porque todos son sorprendentemente similares a la Tierra en tamaño".
"La energía liberada por estrellas enanas como TRAPPIST-1 es mucho más débil que la de nuestro Sol. Los planetas deberían tener órbitas mucho más cercanas que las que vemos en el Sistema Solar si es que hay agua en sus superficies. Afortunadamente, parece que esta configuración compacta es exactamente lo que vemos alrededor de TRAPPIST-1", aseguró Amaury Triaud, co-autor del trabajo, a ESO.
Respecto a la potencial presencia de lunas, Gillon aseguró en la conferencia de la NASA que hasta ahora sus datos no muestran la presencia de lunas, que de todas maneras es poco probable por la cercanía de los planetas a su estrella.
Según la entidad europea, los siete planetas del sistema podrían tener agua, aunque algunos muestran una mayor probabilidad. Por ejemplo, los modelos indican que b, c y d tendrían temperaturas muy altas para contener agua, salvo en pequeños sectores de su superficie. Por otro lado, h parece ser muy distante y frío. Así, TRAPPIST-1 e, f y g representan un "santo grial" para los astrónomos, indica ESO, al estar en la zona habitable de la estrella. Es decir, donde sus condiciones permiten la presencia de agua y, potencialmente, el desarrollo de la vida.
"Con este descubrimiento hacemos un salto importante en la búsqueda de vida en otros mundos", indicó Sara Seager, profesora de ciencia planetaria del MIT, durante la conferencia de la NASA, agregando que el hallazgo también permite inferir que otros sistemas similares a este pueden existir en otros rincones del universo, abriendo importantes posibilidades de investigación.
Luego del descubrimiento, otros telescopios están realizando trabajos para aumentar los conocimientos sobre el sistema de TRAPPIST-1. Seager indicó que Hubble y Kepler-K2 ya se unieron a los estudios, pero otros expertos aseguran que los estudios avanzarán de manera importante con los próximos artefactos astronómicos. "Con la próxima generación de telescopios, como el E-ELT de ESO (que también se instalará en el norte de Chile) y el telescopio espacial James Webb de NASA/ESA/CSA, pronto podremos buscar agua y quizás también evidencia de vida en estos mundos", adelantó Emmanuël Jehin, miembro del equipo de investigación.