MIGRACIONES EN AMÉRICA LATINA – ARGENTINA
Sin embargo, no sólo la explotación sexual es el tema preocupante. También lo es el reclutamiento mediante engaño con fines laborales. Y es uno de los temas que más preocupa a la comunidad internacional ya que se trata del tercer negocio más redituable del mundo, luego del tráfico de drogas y de armas, con ingresos estimados en 32.000 millones de dólares, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Ante esta situación, el gobierno nacional creó el año pasado un programa de lucha contra la trata, que depende del ministerio de Justicia. En sólo dos meses se rescataron cuatro víctimas, según las cifras oficiales.
A ese programa se suma la atención de denuncias del Instituto contra la Discriminación (Inadi) sobre trata de personas, que funciona desde 2006. Entre marzo y diciembre del año pasado recibió 178 denuncias, el 70% de ellas referidas a situaciones relacionadas con la explotación sexual de mujeres, y el 22%, referidas al trabajo esclavo.
Siete de esos llamados fueron realizados por personas que lograron fugarse: “Tomamos la denuncia porque creemos que la trata es un caso gravísimo de discriminación de género y también al migrante”, explicó María José Lubertino, presidenta del Inadi.
“El cambio debe ser cultural. Yo recorro lugares del país que son ruta de la trata y se encuentran muchas situaciones que son invisibles o naturales para esa sociedad”, agregó la funcionaria.
En lo que se refiere a explotación laboral, la comunidad más afectada es la boliviana. Desde hace dos años se han descubierto, sólo en la Capital, una docena de talleres textiles clandestinos en donde estas personas vivían como esclavos en pleno siglo XXI.
Las víctimas de explotación sexual extranjeras en Argentina son, en su mayoría, paraguayas y chilenas. Llamativamente en Chile, las argentinas lideran el triste ranking de víctimas de la trata con fines sexuales.