El número de venezolanos residentes en España suma 51.261 personas, cinco veces más que en 1999, cuando la cifra se ubicaba en 9.482. En Florida, Estados Unidos, según el censo oficial de 2006, hay 177.866 naciona es, aunque las cifras extraoficiales señalan que en realidad son cerca de 400.000. En todo caso, la comunidad ha crecido 94% en esta década.

Diez mil venezolanos residen en ciudades como Melbourne, Adelaide y Sydney, según la firma de inmigración Viva Australia. En México, los trabajadores petroleros que se han ido del país se han establecido en el D. F. y en ciudades como Villahermosa, Monterrey y Veracruz. También se han mudado a Costa Rica o han sido captados por empresas de Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Marruecos, Malasia, Kazajistán, Angola, Nigeria y Sudán.
 
Difícil retorno

Entretanto, no hay programas oficiales para repatriar los cerebros fugados. La Fundación Talento Venezolano en el Exterior ha intentado mantener contactos con los científicos en el extranjero, con modestos resultados. “El peor daño que puede sufrir cualquier país es la descapitalización de su potencial intelectual”, diagnostica el presidente de esa fundación y de la Academia Nacional de Ciencias, Claudio Bifano. “Estamos desprendiéndonos de gente joven y muy calificada. Venezuela se ha convertido en un país exportador de cerebros”.

Para Bifano, sin embargo, quienes han emigrado tienen compromiso con el país, por lo que sostener la vinculación con ellos es factible. Esto puede ocurrir incluso entre los petroleros que fueron expulsados por su posición política. Jesús Martínez, oficial de la marina mercante venezolana que actualmente da clases en la Universidad Politécnica de Cataluña, está entre los dispuestos a volver. “Siempre le digo a mis alumnos de Barcelona que su país no me necesita, pero el mío sí”.