El cineasta londinense Christopher Nolan estrenó a mediados de 2010 la película de ciencia ficción más relevante del año. "El origen" triunfó en los dos circuitos más importantes para un cineasta: en el de los críticos y en el de la taquilla.
La historia escrita por Nolan se centra en James Cobb, personaje interpretado por Leonardo DiCaprio. La particularidad de este sujeto es que posee un trabajo extraño: utiliza una avanzada tecnología para entrar a los sueños ajenos, con el objetivo de insertar o sustraer información en la mente. Esta labor la realiza en secreto en Europa, junto a un equipo de especialistas que construyen los sueños que serán "depositados" en los sujetos escogidos.
La mayor problemática en la vida de Cobb es el no poder regresar a su casa en Estados Unidos para ver a sus hijos, ya que en su país la policía lo busca por un supuesto homicidio. Es por eso que cuando el empresario Saito (Ken Watanabe) le ofrece un trabajo a cambio de su libertad, Cobb no duda en aceptar. La labor encomendada por el hombre de negocios es implantar en la mente de Robert Fischer, heredero de una compañía rival, la idea de terminar con el imperio creado por su difunto padre. De ese modo, Saito podrá incrementar sus ganancias. A esto se suma, además, el duelo de Cobb por la muerte de su esposa, a quien visita mediante sus sueños.
La cinta de Nolan puede ser resumida como un puzzle mental, en el que la concepción del espacio y tiempo es alterada para recrear una realidad alternativa a través de los sueños. La película podría consolidar al director británico ante la Academia, luego de que en 2002 perdiera al ser nominado por el drama de ciencia ficción "Memento".