Ver más fotos |
Bajo tierra, se preocupó del manejo tecnológico para el contacto con la superficie. Tiene conocimientos de electricidad, los que aplicó para encargarse de las comunicaciones y de cuidar que los equipos funcionen a la perfección.
Tras salir a la superficie aprovechó los viajes al extranjero para estrechar lazos con Romina López, ex asistente social del Gobierno Regional de Atacama, quien coordinaba los traslados al Campamento Esperanza,
Cortés no reconoce publicamente su nueva relación, pero en la Intendencia dicen que “es un secreto a voces en toda la ciudad”.
Tiene una hija de 8 años y ya no vive con la madre de ella.