El motor de la creatividad

Yoko Ono, cuyo nombre significa "hija del océano", nació el 18 de febrero de 1933 en el seno de una familia aristocrática de Tokio y fue la primera de los tres hijos. Desde muy temprana edad acudió a las mejores escuelas de su país, las mismas en que se formaron los miembros de la familia imperial japonesa.

Su padre, Eisuke, era un pianista frustrado que estudió matemática y economía en la Universidad de Tokio. Convertido en banquero, en 1935, fue transferido a los Estados Unidos un poco antes de que ella naciera. Yoko permaneció en Japón con su madre, Isoko, y sólo lo conoció cuando cumplió dos años.

Durante mucho tiempo se rebeló contra los excesivos lujos y la vida de socialité que llevaba su madre. La afición por el arte y el rompimiento expreso con la clase social en la cual que se desenvolvía, fue un duro golpe para Isoko, quien prefirió desentenderse de la adolescente rebelde y con tendencias al idealismo social, que luchar con ella. Así, la madre continuó su agitada vida elitista, olvidándose de la formación de su hija.

Cuando cumplió 18 años, su padre fue nombrado presidente del Banco de Tokio en Nueva York y, después de pasar penurias por el ataque de los Estados Unidos a su país, Yoko llegó a Norteamérica, donde de inmediato fue inscrita en el Sarah Lawrence College de Scarsdale.