Se encargó además, después de nacer su hijo Sean, de las finanzas familiares, tomando las riendas de las múltiples empresas creadas por ambos y generando ingresos a pesar de no tener conocimientos previos de administración y finanzas. Y en ningún momento dejó de trabajar como artista ni de montar exhibiciones.

El trabajo de Yoko Ono con John Lennon a favor de la paz es de sobra conocido: acciones pacifistas, trabajos artísticos para carteles y vallas publicitarias, y muchos más. Como artista conceptual ha realizado composiciones musicales, bronces, películas, objetos, libros, grabaciones, poemas, performances, ruedas de prensa, vallas publicitarias, escritura en el cielo, anuncios, entre otros.

A la muerte de John, y hasta la fecha, Yoko Ono ha sido una mujer discreta, audaz y con un ojo comercial único, además de una gran creadora; en su trabajo más reciente, ha investigado con el bronce. También continuó con la labor musical de su marido y patrocina actividades artísticas en Nueva York.