En 1980, escribió todas las canciones del
álbum “Double Fantasy” en tres
semanas y en un tiempo record lo grabó
y lanzó al mercado.
Cuando John estaba en proceso de lanzar “Milk
and Honey” fue asesinado delante de su complejo
de apartamentos en Nueva York. Regresaba del estudio
de grabación con Yoko cuando Mark Chapman,
un fanático desquiciado, descargó
cinco disparos sobre el cuerpo de John.
Las últimas palabras pronunciadas por el
cantante fueron "¡Me han disparado,
me han disparado!" En la ambulancia, camino
al hospital Roosvelt, un agente le preguntó
si era John Lennon, éste respondió
con un escueto "yeah". Fue su despedida
del mundo.
Pocos minutos para la medianoche las estaciones
de radio y TV empezaron a difundir la noticia.
La gente, sin poder creerlo, salió espontáneamente
a la calle y esparció pétalos de
rosas sobre las manchas de sangre. Frente a su
hogar entonaron "Dale una oportunidad a la
paz".
No hubo funeral público. Sólo diez
minutos de meditación silenciosa.
|