El tema tras Dominga: ¿Cómo compatibilizar crecimiento con protección al medioambiente?

El sector Energía ha sido en ese sentido un referente, porque hemos buscado compatibilizar el aporte que pueda hacer este rubro a un desarrollo más sostenible que va a permitir descontaminar nuestras ciudades. Nuestras fuentes renovables como país, desde la hidroelectricidad, el viento o el sol, con obviamente la necesidad y aspiración de tener un país más desarrollado que requiere crecer económicamente, es una condición necesaria.

En el caso particular de Dominga o en general de la minería lo que tenemos que buscar en los proyectos de inversión es que el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) avance mucho más a un sistema que logre mejoras ambientales más que ser un proceso donde termina como un tribunal de 'si o no', sobre todo porque involucra fuertemente al sistema político y lo tensiona, tanto a nivel regional como a nivel nacional.

Los países desarrollados tienen institucionalidades más sofisticadas. El desarrollo pasa por la calidad de la instituciones. Nosotros hoy día tenemos una institucionalidad ambiental nueva y debemos repensar y mejorar los procesos asociados a eso, precisamente para tener instituciones de calidad. Hemos avanzado enormemente, pero hay cosas que definitivamente tenemos que mejorar y en particular tiene que ver con el largo de la tramitación de los procesos: los proyectos se caen no solamente por su rechazo por la evaluación ambiental, sino también porque las inversiones, si se demoran demasiado los procesos, terminan siendo no rentables. Los procesos tienen que generar mejoras ambientales, pero también tienen que estar hechos en los tiempos razonables y reducir los niveles de incertidumbre del proceso.

Para poder compatibilizar tenemos que hacer proyectos que vayan mucho más allá de lo técnico y más allá de lo que nos exige la ley, y no tratar de hacer proyectos que simplemente puedan operar con el mismo impacto. Lamentablemente, eso hace que estos proyectos sean mucho más caros. La pregunta es: ¿estamos dispuestos a innovar con eso? Sí.

Muchos proyectos en Estados Unidos o Europa han sido aprobados porque precisamente han hecho inversiones o investigaciones para poder reducir su impacto y al final eso es mucho más aceptado socialmente. Creo que nuestro Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental es un buen sistema políticamente para poder medir eso, pero no obstante, no te da la flexibilidad en términos de negocios para poder tener opciones o manejar escenarios múltiples. ¿Es factible? claro que es factible, pero las empresas en Chile tienen que entender que no es solamente cumplir con la normativa, sino también meterse en temas de investigación y desarrollo (I+D) para solucionar ciertos problemas que a veces no se ven.

Las empresas no tienen ninguna intención de hacer I+D, y eso se ve en términos de lo que ellas aportan a proyectos de investigación, lo ven como una pérdida de dinero. En estos temas ambientales ya la solución no está en la góndola, muchas veces hay que hacerlo y ellos trabajan muchas veces con consultores. Lo otro, es que el SEIA funciona como una especie de tribunal, acepto o no acepto, rechazo o no rechazo, cuando podrían hacer trabajos conjuntos en avanzar en eso.

El tema de medio ambiente y economía nos está indicando nuestra renuncia a enfrentar los temas de fondo, que son medio ambiente y economía; crecimiento y conservación, patrimonio cultural. Los países que se desarrollan son los países que conservan su patrimonio cultural, su medio ambiente, porque son activos y crecen a partir de sus activos, la pregunta es cómo ponemos el medio ambiente en valor, pero eso no significa que no sea compatible con desarrollo económico: esa discusión la estamos teniendo con unos estudios que tienen cinco páginas, entonces no tiene toda una envergadura.

Hay que restablecer confianza, hay que restablecer alianzas público-privadas, pero eso tenemos que restablecerlo incorporando una visión de mediano plazo, en donde los factores estructurales estén considerados porque no basta la declaración de la autoridad de decir 'los empresarios tienen las puertas abiertas para invertir' pero que después eso no ocurre.

Aquí se produce una discusión que no me gusta mucho y es la declaración del ministro de Hacienda cuando dice: 'hay algunos ministros que no tienen como prioridad el crecimiento' y eso es poner sobre la mesa una especie de dicotomía que a mí me parece que es falsa, que es 'si hay crecimiento tenemos que sacrificar el medio ambiente y nos dedicamos a preservar el medio ambiente entonces no crecemos', yo creo que ésa no es la discusión, la discusión es que tiene que haber crecimiento con una preservación del medio ambiente.

Para eso existe toda la institucionalidad ambiental que hemos venido desarrollando hace más de una década y que hoy día no sólo tiene una ley de bases generales y un Ministerio, sino que además Tribunales Ambientales, Superintendencia de Medio Ambiente, un Sistema de Evaluación que opera a nivel nacional y regional, o sea, hay toda una institucionalidad que funciona para que efectivamente converse el crecimiento con el cuidado del medio ambiente.

En este caso (Dominga) conversaban perfectamente, se habían cumplido las medidas de impacto más allá incluso de las que establece la ley, habían medidas de mitigación y de compensación evidente, pero además había una cosa que no está resuelta: la compensación a las comunidades. En esto Dominga fue vanguardista y había puesto un estándar de proyecto de primer mundo. Por eso perdemos una oportunidad tremenda y lo más lamentable es que a quienes viven en la comunidad de La Higuera, que claman porque se desarrolle el proyecto, se les dio vuelta la espalda.