Por una oscura situación financiera transita Karün, la startup de anteojos sustentables fundada por Thomas Kimber y un símbolo del ecosistema emprendedor en Chile, dada su rápida expansión y logros. Pero hoy su difícil presente es el que acapara los principales titulares.
Kimber, de 34 años, envió el pasado 16 de agosto un correo eléctrico -al cual tuvo acceso Emol- a los inversionistas de la firma conocida por sus anteojos fabricados con meteriales reciclados de la Patagonia y que opera en 17 países ¿El objetivo? Lo que fuentes cercanas a la empresa califican como una medida de "presión" para obtener el financiamiento que le permitiría a Karün seguir operando.
Es que Kimber, por medio de dicho mail, reprochó que aún no se han recibido las confirmaciones necesarias por parte de los inversionistas mayoritarios para activar un plan de reducciones y optimización, trabajado durante cuatro meses y cuyo costo asciende a US$3,5 millones,
que permitiría llevar a la empresa "a la rentabilidad en el corto plazo".
Por lo mismo, subrayó, "hemos llegado al momento que tanto queríamos evitar: avanzar con el cierre de la empresa. A partir del lunes comenzaremos a trabajar en el proceso de cierre".
Ante revuelo generado luego de que este correo fuese hecho público, Kimber reconoció ayer por medio de una declaración que efectivamente Karün pasa por un "momento difícil" y que es necesario "considerar todos los escenarios y riesgos". Sin embargo, manifetó que "aún vemos alternativas para salir adelante".
Con todo, días antes del correo de Kimber con el amago del inicio de un proceso de cierre ante la falta de financiamiento, el CEO de la empresa, el miércoles 14 de agosto, había enviado otro mail a los inversionistas -que incluyen a la family office de Paola Luksic y Óscar Lería, además de la familia Angelini y los Puchi- en el que intentó convencerlos para asegurar la sobrevivencia de Karün y entregó sus argumentos respecto a por qué la startup -que en su momento recibió una inyección de US$35 millones- "no debe morir".
En ese correo, al cual también tuvo acceso Emol, Kimber comienza señalando. "Hasta el momento no he querido dar mi punto de vista personal de la situación que estamos viviendo como empresa ya que he preferido ponerme a disposición de lo que ustedes como inversionistas vayan decidiendo y apoyar el camino que sea que corresponda"-
Tras ello, continuó, "hoy les escribo porque luego de meses de conversaciones con todos los copiado acá, lamentablemente no se ha podido concretar la ronda de inversión, por lo que el escenario de continuidad de la empresa se ve cada vez menos probable y la situación con todos nuestros proveedores y equipo ha llegado al límite".
"Yo veo a Karün como un proyecto para Chile, un proyecto para Latinoamérica que demuestra que es posible. Si Karün falla, el mensaje es fuerte para todo el ecosistema. Para todos los miles de emprendedores que se la quieren jugar, los cientos de inversionistas que quieren invertir en este tipo de empresas y para todos quienes confiamos que un nuevo tipo de empresas es posible"
Thomas Kimber, CEO y fundador de Karün
"Karün nunca fue concebida como una empresa tradicional de retail y yo personalmente nunca los invité a sumarse a una empresa que vende anteojos. Para eso hay miles de oportunidades que podrían haber buscado. Mi invitación (y la razón de por qué he dejado mi vida para construir Karün) fue para lograr un cambio de paradigma". añadió.
A juicio de Kimber, "Chile se ha convertido en referente del emprendimiento y la innovación en Latinoamérica. El ecosistema del emprendimiento en Chile ha madurado, pero le falta mucho". En ese sentido, aseguró que Karün es un "ícono", agregando que "hemos abierto el camino, hemos sido pioneros. Y lo hemos logrado gracias a los 12 años de trabajo muy duro de todo un equipo, de armar un camino que no existía y lo hemos logrado gracias al apoyo de cada uno de ustedes que confió y se la jugó por esta visión".
También resaltó que la firma ha entrado "a los mercados más exigentes en el mundo (cuando todos los 'expertos' decían que era imposible), a las cadenas más grandes del mundo, incluso llegando a ser reconocidos a nivel mundial por ser líderes en nuestra industria".
"Yo veo a Karün como un proyecto para Chile, un proyecto para Latinoamérica que demuestra que es posible. Si Karün falla, el mensaje es fuerte para todo el ecosistema. Para todos los miles de emprendedores que se la quieren jugar, los cientos de inversionistas que quieren invertir en este tipo de empresas y para todos quienes confiamos que un nuevo tipo de empresas es posible", expresó.
Kimber destacó que su empresa ha logrado un modelo de desarrollo que es caso de estudio "en casi todas las universidades de Chile", gracias a que logra a "integrar de manera simbiótica a comunidades rurales con el cuidado de sus ecosistemas naturales y que culmina en un producto hermoso, de los más altos estándares de calidad en el mundo, a un precio competitivo y con un margen sano. Pero nos ha faltado algo fundamental: ser rentables".
El CEO Karün finalizó su escrito ofreciendo su total disposición para colaborar en lo que sea necesario, renunciando a cualquier interés personal para asegurar la continuidad de la empresa: "Karün no debe morir. Es nuestra responsabilidad para el ecosistema de emprendimiento chileno, y por lo tanto el latinoamericano. Y para esto todos tenemos que aportar".
"No pido un cargo, no pido plata y ni siquiera pido acciones. Solo pido que no matemos lo que nos ha costado tantos años construir y le demos continuidad a Karün", concluyó.
