Un incómodo escenario inflacionario dibujó el Banco Central en su último Informe de Política Monetaria (IPoM) del año publicado esta mañana, asumiendo que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) finalizará 2024 en 4,8% y continuará en torno a 5% en el primer semestre de 2025, lejos de las expectativas que se manejaban a inicios de años.
De acuerdo con el documento, esta inflación obedece a una combinación de factores, destacando la depreciación del peso chileno, el aumento de los costos laborales locales y el alza de las tarifas eléctricas.
De hecho, en enero los hogares enfrentarán una nueva subida en los valores de la luz en medio del proceso de normalización de tarifas que inició a mediados de 2024, la cual será de hasta 17%.
Con esto, las alzas acumuladas desde que comenzó el descongelamiento habrán variado entre 43% y 60% en las grandes ciudades del país.
Según expuso la entidad presidida por Rosanna Costa en su IPoM, a noviembre la variación anual del IPC total y subyacente (sin volátiles) se ubicó en 4,2% y 4%, respectivamente. "Estas cifras superaron lo previsto en el IPoM pasado, en especial en los componentes subyacentes tanto de bienes como de servicios", dijo.
Tas ello, explicó que la dinámica inflacionaria reciente "ha estado influida por el aumento conjunto de varios factores de costos, entre los que destacan la depreciación del peso, mayores costos laborales y aumentos de las tarifas eléctricas".
Con esto, subrayó, "las expectativas de inflación de corto plazo han subido".
El IPoM señaló que la depreciación del peso se origina principalmente en un fortalecimiento global del dólar, en medio de un escenario mundial más incierto
"Los focos de incertidumbre se relacionan con las tensiones bélicas en curso, los temores en torno a la situación fiscal y de deuda soberana en el mundo y el impacto de una posible reconfiguración del comercio internacional. Ello se da en un contexto de dudas respecto de las políticas que adoptará el nuevo gobierno de Estados Unidos", agregó.
Por su parte, apuntó a que los indicadores de salarios han mostrado tasas de expansión significativas, pese a la debilidad del panorama por el lado del empleo.
"El incremento de los salarios se explica por un conjunto de factores, como la recuperación de las remuneraciones reales tras la alta inflación de años previos y el reajuste del sueldo mínimo", destalló el reporte, añadiendo que esto ha tenido efectos directos en algunos ítems del IPC, al mismo tiempo que se suma a las presiones de costos para las empresas.
Así, el Banco Central concluyó que, en el corto plazo, el principal ajuste del escenario central del IPoM es la incorporación de mayores presiones de costos.
"La proyección también considera un mayor traspaso de los costos a precios en los próximos meses respecto de estimaciones previas, dada la simultaneidad con que han ocurrido los distintos shocks de costos y la mayor estrechez de los márgenes de operación de las empresas. La inflación subyacente lidera las revisiones, con una inflación promedio que en 2025 será 0,5 puntos porcentuales mayor a lo previsto en septiembre", precisó.
Eso sí, hacia el mediano plazo, la entidad prevé que las presiones inflacionarias estarán dominadas por perspectivas más débiles de demanda interna y presiones de costos que irán cediendo.
Así, en el escenario central, la inflación anual subirá en los próximos meses, "fluctuando en torno a 5% durante el primer semestre de 2025. Luego comenzará a reducirse, cerrando ese año en 3,6% y convergiendo a 3% en los primeros meses de 2026", cerró.