Procedimiento
Las cirugías vaginales se realizan desde el 1800, pero en los últimos 10 a 15 años han experimentado un crecimiento exponencial debido a la mayor comprensión que hay de las patologías asociadas (fisiopatología).
Además, el desarrollo paralelo de la tecnología ha hecho que este procedimiento sea cada vez más eficiente, mínimamente invasivo y con una recuperación rápida debido a que evitan proceder a través del abdomen. “Esto hace que sea una cirugía muy amigable, con muy pocas complicaciones y con poco dolor”, dicen.
A nivel de resultados, los especialistas señalan que hay un alto rendimiento de ellas tanto en los casos de prolapso como incontinencia, es decir, son un tratamiento a largo plazo.
Estos procedimientos pueden comprender la extirpación total del órgano comprometido –como el útero- y/o la colocación de mallas protésicas al corregir prolapsos.
Vagina amplia
Algunas mujeres presentan lo que se denomina ‘sensación de vagina amplia’ o vagina suelta, es decir, que sienten menos fricción ante la penetración, cuestión que puede influir en la satisfacción sexual.
Los médicos señalan que, en estricto rigor, la definición de prolapso genital habla de una caída, descenso o arrastre de la estructura pelviana a través de la vagina, razón por la cual cuando se está en presencia de una vagina amplia se trata de algún grado de prolapso.
Para quienes dicen experimentar la sensación de vagina amplia la cirugía para lograr una mayor tonicidad y recuperar el tamaño normal de la vagina, se ha descrito con éxito en un alto porcentaje de pacientes, sin embargo, recién se han comenzado los estudios científicos que permitirán confirmar su real beneficio.
Solà y Ricci apuntan, entonces, al hecho de que la satisfacción sexual no dice sólo cuestión de una persona, sino que involucra a la pareja y que en el caso de la mujer no se puede atribuir al acto de la penetración todo el valor del goce o placer. “La sexualidad no se puede restringir sólo a ese aspecto, la sexualidad dice relación como muchos otros fasctores, tanto del hombre y de la mujer”, afirman.
Los mismos también desvirtúan informaciones sobre cirugías reparatorias de himen, que en Chile no se practican y que tienen mero “carácter anecdótico y sin valor médico”.