La primera parte de la saga galáctica debió esperar más de 25 años para ser realizada y estrenada, porque en 1977 George Lucas sólo consiguió apoyo para filmar uno de los episodios de su proyecto estelar y el realizador se la jugo, y acertó, por llevar a la pantalla grande la cuarta parte de su serie.



El otro factor que postergó la realización de las nuevas películas, pese al éxito que tuvieron sus predecesoras, fue la incertidumbre que tenía Lucas de poder llevar a la pantalla grande los largometrajes tal cual él los tenía concebidos en su cabeza.

Las dudas terminaron cuando la empresa de efectos especiales que formó Lucas para realizar “Star Wars”, Industrial Light & Magic, fue capaz de dar vida a los dinosaurios de “Jurasssic Park” (la historia de dinosaurios de su amigo Steven Spielberg); el realismo que le dieron a las bestias prehistóricas fue la señal que el director esperaba para poner en marcha la nueva trilogía.

La estrella indiscutida de los nuevos guiones es Anakin Skywalker, el padre de Luke, y la historia se centra en su camino para transformarse primero en Jedi y luego en Darth Vader, el poderoso Sith del Lado Oscuro de la Fuerza.

El episodio I traslada la aventura a la infancia de Anakin, cuando aún es un esclavo en el planeta Tatooine junto a su madre y es descubierto por el maestro Jedi Qui-Gon Jinn, quien cree ver en él la encarnación de una antigua profecía que anuncia la llegada de un poderoso guerrero que será capaz de manejar la fuerza mejor que nadie y será el que logre restaurar el balance entre las fuerzas del bien y el mal en la galaxia.

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