El fanatismo que ha generado el estreno del Episodio III de “Star Wars” puede parecer exagerado. Las largas colas que han hecho los fanáticos de la serie, muchos de ellos vestidos como los personajes de la serie, por semanas, para ser los primeros en ver la nueva película de Lucas, son hechos que no son comunes en el séptimo arte.



En defensa de los seguidores de la saga galáctica, que están acostumbrados a estas muestras de devoción, sólo queda explicar algunos detalles de la nueva entrega de la historia que comenzó en 1977 con el estreno del Episodio IV.

El 2002, luego del estreno de “El ataque de los clones”, comenzó la espera de los seguidores de la fuerza por ver este largometraje que les responderá finalmente las razones que llevaron a Anakin Skywalker a convertirse en "Darth Vader".

El episodio III comienza mostrando la crisis terminal que vive la vieja República, que se ha desmoronado por las intrigas de Palpatine y los Sith, que la han llevado a una dura guerra civil contra los androides del general Grievous y la Federación de Comercio.

Una lucha que es sólo el prólogo para los hechos verdaderamente "importantes"que narra este largometraje, empezando por la confirmación de la verdadera identidad de Darth Sidious y la demostración de su real poder como un hábil intrigante que logra corromper la impetuosa personalidad de Anakin, quien era supuestamente el elegido para restablecer el balance entre el bien y el mal, y convertirlo al Lado Oscuro de la Fuerza.

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