A un costado del Palacio de Bellas Artes, antigua residencia de la familia Vergara y al oriente de la Quinta del mismo nombre, se instaló un modesto escenario de cholguán, un telón de tul desteñido y cuatro palos tipo mástil completaban la escenografía. El 21 de febrero, día inaugural, se anunciaba por la prensa la realización del primer Festival de la Canción, una semana de música donde la municipalidad ofrecía "luz y alegría'' y 500 escudos para la composición musical ganadora.
El alcalde de Viña, Gustavo Lorca, dio el vamos a la fiesta cuyos primeros espectadores se ubicaron frente al escenario en sillas plegables y en algunos montículos adyacentes. Tres carabineros cuidaban la seguridad del espectáculo.
De las 92 canciones que se presentaron, sólo seis superaron la preselección, siendo anunciadas por Ricardo García, quien animaría hasta 1967. En la presentación oficial, otro García, Heraldo, un conocido hombre de radio de la zona. Todos los temas fueron interpretados por Mario del Monte y Gino del Solar, ya que en sus primeras versiones el Festival fue básicamente una competencia de compositores. El jurado, que cumplía sus funciones detrás de los artistas y no adelante como en la actualidad, estaba integrado por el doctor y regidor Luis Sigall, Tomás Eastman, Carlos Ansaldo y Nina Anguita, entre otras personalidades de la zona; en el show participaron dos extranjeros, el cómico argentino Luis Sandrini y una cantante japonesa, Teal Joy, de paso por Chile. Junto a ellos también actuaron: Jorge Romero "Firulete", Manolo González, Los Huasos Quincheros, Carlos Helo, Los Perlas, el pianista Armando Palacios y Ricardo Arancibia- quienes en su mayoría formaban parte del show estable del Casino Municipal de la ciudad -al igual que la orquesta dirigida por Izidor Handler.
Tras siete días de show y competencia, Ricardo García anunció la canción ganadora: "Viña'', de José Goles y Manuel Lira, interpretada por Mario del Monte. Los 500 escudos prometidos más una Lira de Oro (años más tarde la Lira se transformaría en la Gaviota de Plata) fueron la justa recompensa para los primeros triunfadores del certamen.