BOLIVIANOS EN BRASIL

Autora: Tatiana Farah
GDA/O ' Globo/Brasil

SÃO PAULO. En una ciudad de casi 11 millones de habitantes, miles de personas se mueven en las sombras, con miedo del gobierno, de la policía, del patrono y del mañana. Son los clandestinos, inmigrantes ilegales, en su mayoría suramericanos y en gran medida bolivianos. La Pastoral del Inmigrante, de la Iglesia Católica, estima que existan 200 mil bolivianos viviendo en Sao Paulo, más de 50 mil sin documentos de permanencia en el país.

Entre los clandestinos, una realidad impensable: 12 mil personas en régimen de esclavitud, en los cuartitos minúsculos de los talleres de costura de barrios tradicionales como Parí y Brás. Roberto y Edwin, dos hermanos de una familia de agricultores simple de los alrededores de La Paz dejaron los padres y los seis hermanos hace dos años para intentar una vida mejor en Sao Paulo.

Roberto, el mayor, con 24 años, completó el segundo grado y quería estudiar en Brasil. No lo consiguió. Edwin, de 21 años, ya no piensa en estudiar. Los dos trabajan seis días a la semana en un taller de costura en Brás.

Viajaron en autobús durante cuatro días para llegar a Sao Paulo. Muchas esperanzas, pero pocos resultados. Los documentos irregulares, el bajo salario y la soledad los empuja a Bolivia. Según un informe de la Red Social de la Justicia, la media salarial de los constructores clandestinos es de US$ 50 a US$ 200 mensuales.