Se solicita a los cangrejos desconfiados del 2020, que están de pinzas cruzadas bajo sus rocas, salir pronto a la arena porque este año promete darles algo de respiro (para nadie es un año fácil, así que sean agradecidos) y, como sabe que su caparazón puede estar un tanto abollado, los premiará con popularidad en distintos océanos, reconexión con la sensualidad y el romance, desarrollo de fortaleza interior e incremento obligado de paciencia. ¿Qué tal?

Esta última virtud no vendrá gratis, sino debido a desafíos del segundo semestre donde lidiarán con figuras algo conflictivas o rebeldes que les permitirán generar nuevas estrategias y vivenciar gran crecimiento interno. También gracias a todas las pruebas, sinceramientos y ajustes que continuarán (ya aprendieron bastante el ciclo anterior) en sus relaciones más cercanas debido al ‘auspicio’ de Saturno, Plutón y ahora también de Júpiter, que estarán frente a ustedes invitándolos a (tomen aire) asumir sus lados oscuros, a construir mejores acuerdos antes de ofenderse o de querer que el resto adivine qué necesitan o sienten.

¿Quieren cerrar capítulos incómodos o frustrantes? El cielo los premia con dos eclipses en enero y junio. Aprovechen el primero para comprometerse a soltar apegos (incluidos algunos resentimientos y dolores) e integrar lo aprendido los últimos seis meses del año anterior; porque el segundo será un reinicio que les permitirá sembrar lo que de verdad desean ver en sus vidas por largo tiempo: de junio a fin de año será clave practicar consciencia e intuición si quieren cosechar sonrisas. Esto implica ir más lento y dejar resistencias.

2020 los llama a gran prudencia con lo económico, no se apuren, vean más opciones y discutan con su clan para tomar mejores decisiones. Pero donde tienen que ser osados es en ampliar sus círculos de gente y de experiencias; atrévanse a preguntar, conversar, compartir y hacer cosas sin mucha planificación: baile, viajes, cursos, fiestas, cenas, pequeños proyectos y asesorías les dejarán satisfacciones.