La primera causa de muerte a nivel nacional son las patologías cardiovasculares, tanto en hombres como en mujeres. Aunque en estas últimas es menos común en la juventud, aumenta considerablemente después de la menopausia.
Las enfermedades cardiovasculares más frecuentes son el accidente vascular encefálico; los sindromes coronarios –infarto, angina inestable e infarto noQ-, y la hipertensión arterial. Todas ellas están asociadas a factores de riesgo como el tabaco, el sedentarismo, la obesidad, los antecedentes familiares hereditarios, la diabetes, la dislipidemia (triglicéridos y colesterol elevado), hipertensión y, en el caso de la mujer, menopausia.
El cardiólogo Juan Carlos Ponce explica que entre los 35 y 40 años, en general, las patologías coronarias están asociadas a factores de herencia familiar. "Aunque uno tenga todas las precauciones, los agentes hereditarios nos pueden llevar a hacer un evento coronario agudo".
Insiste en que la creencia de que la mujer menor de 45 años no se enferma del corazón es falsa. Es un tema que le preocupa, porque cuenta que en muchas ocasiones, las mujeres acuden al médico para consultar un problema que pudiera ser cardiológico y no se les piden los exámenes necesarios."Si un hombre acude al servicio de urgencia por un dolor toráxico, lo primero que le hacen es un electrocardiograma; si la que consulta es una dama con la misma sintomatología, después de haber hecho una serie de exámenes, interrogatorios o tratamientos, hacen el electrocardiograma", dice.
Como se tiende a hacer diagnósticos más tardíos, la enfermedad se vuelve más complicada, porque ha evolucionado durante más tiempo y aumentan las complicaciones propias de los infartos.
Por esta razón, todas las personas después de los 40 años que no tengan antecedentes familiares ni que hayan presentado factores de riesgo con anterioridad, deben hacerse un chequeo general, por lo menos con un médico internista. Dentro de la batería de exámenes, se debe realizar un electrocardiograma, una glicemia, un perfil lipídico, control de la presión arterial e investigar en los hábitos alimenticios, la actividad física y si se fuma y en qué cantidad, cada dos o tres años. Pasados los 45 o 50, hay que agregar un test de esfuerzo y aumentar la frecuencia de los análisis a año por medio.
Si existen factores de riesgo, estos exámenes deben complementarse con un ecocardiograma. Si el electrocardiograma sale alterado o se pesquisa hipertensión arterial, se recomiendan análisis de mayor complejidad, como el Holter de arritmia o el Holter de presión arterial, que hacen medición de 24 horas.