Ejercicio
Antes que nada es necesario diferenciar actividad física del deporte. La primera se refiere a un conjunto de ejercicios que pretenden, desde el punto de vista médico, mantener o mejorar la condición de salud; el segundo, en cambio, es una actividad física con reglas y en la que se compite. Hoy por hoy es claro que el deporte de competencia persigue ganar y no es tener individuos más sanos, y el rol de los médicos que trabajan con los deportistas es que se mantengan sanos, evitando enfermedades por sobrecarga física.
El cardiólogo y especialista en medicina del deporte, Fernando Yáñez explica que el objetivo primordial de la actividad física en la población general es el mantener u obtener una mejor condición de salud y, en segundo término, mejorar la condición física.
Dos problemas que se han transformado en verdadera epidemia en el sistema de vida occidental actual son el sedentarismo y la obesidad. De hecho, las últimas encuestas en nuestro país apuntan a que el 90% de la población es sedentaria. A eso se suma que la práctica de actividad física a nivel escolar, por norma nacional, es insuficiente; sólo tres horas pedagógicas -135 minutos- semanales, de las cuales se pierde mucho tiempo en cambio de uniforme y actividades ajenas al ejercicio propiamente tal. "Está comprobado que el tiempo real se reduce a 30 minutos; por lo tanto, no se logra ni siquiera que se adquiera el hábito de la actividad física en la infancia, que es el marcador más importante para que ésta perdure en los adultos", dice.
Estadísticamente está descrito que los niños hijos de padres obesos tienen mayor posibilidad de ser sedentarios, sobre el 50%, y, si ambos progenitores son obesos, llega al 80%. Ello, porque no existe un estilo de vida familiar ni un estímulo dentro de la casa para que los niños practiquen actividad física.
Según el especialista, el ejercicio físico recomendado debe ser:
1.- Sistemático: que se repita 3 a 5 veces en la semana y en forma mantenida en el tiempo.
2.- Progresivo: con una intensidad creciente, pero que el organismo, desde el punto de vista músculo-esquelético, cardiovascular y de sus otros sistemas, esté en condiciones de tolerarla, para que no signifique una carga tal que la persona esté fatigada para el resto de sus actividades y que no le sea agradable repetirla.
3.- De intensidad moderada: siempre es bueno realizar ejercicio, aunque sea leve, pero se debe estimular a la gente para que aumente la intensidad progresivamente.
