Ya se apagaban los festivales de Megavisión y ese año querían coronarlo trayendo un artista de renombre- que no fuera mexicano. Ante ello, viene el suceso norteamericano de los Backstreet Boys, quienes desde su llegada causaron el delirio de las adolescentes. 86 mil copias vendidas de su última producción avalaban un gran éxito y sin duda que a nivel de popularidad lo tuvieron. El debate se daba en si tenían o no calidad artística y no solo comercial, en donde se llega a un consenso que, por lo menos, su puesta en escena es bastante atractiva.
Otros recuerdos, Chayanne, Juan Gabriel, Gloria Benavides, Albert Hammond, Sarah Sanders, Charlie Zaa, el extraordinario Eros Ramazzotti, Lucybell y Pedro Fernández. También estuvieron este año el grupo Ariztía, Paolo Meneguzzi, Commanche, Marta Sánchez y todo el sabor dominicano de Los Ilegales, quienes tenían a todas las discoteques del país bailando el "Taqui Taqui".
Y recordamos la lealtad, acostumbramiento o como queramos llamarlo de un pueblo que hace suya la fiesta viñamarina y le es fiel, a pesar de todo. A pesar incluso de U2 que debuta en Chile el mismo día de la jornada inaugural de Viña y no obstante eso, la audiencia llega a los 40 puntos de rating. Extraño fenómeno este del Festival de Viña que logra mantener cautivo a un público que tiene muchas otras alternativas de entretención.
Ese año, animó Vodanovic la noche final teniendo como compañera a la actriz chilena Berta Lasala. Fue cuando subieron al escenario viñamarino el dúo "Melón y Melame'', quienes por primera vez se enfrentaban al público viñamarino.
Quedará para la historia que este año ganó la competencia folclórica el tema "La noche de Chillán'' con letra de Pablo Neruda y música de Vicente Bianchi, interpretada por el grupo Santiago Cuatro. Y que la Gaviota de Plata en el género internacional se quedó en Chile, al triunfar Alvaro Scaramelli con la balada "Soy tal cual soy''.
"Solo traigo mi ritmo'' dice Chayanne al comenzar su show, y finalmente es sólo eso, la personal calidad artística es el único traje protector, la única carta de presentación, de los muchos hombres y mujeres que han dejado parte de su vida arriba de este escenario mágico.