MIGRACIONES EN AMÉRICA LATINA – ECUADOR

Si bien, en los casos de Carrillo y Sánchez no migraron por su situación económica, la mayoría lo hace en busca de una mejor remuneración. Son atraídos por mejores salarios, posibilidad de acceder a créditos para vivienda, mejorar su preparación profesional y otros incentivos.

Carrillo, por ejemplo, gana alrededor de US$ 100.000 al año. De ellos USS 60.000 son para su manutención, arriendo de departamento… y otros US$ 20.000 para pago de impuestos. Pero lo más importante para él es el prestigio de esta profesión en el medio y la libertad que tiene para elegir los proyectos de investigación.

Sin embargo, para la mayoría la realidad es distinta. Bedoya descubrió que, además del gran choque cultural, tiene un sistema de vida más exigente y un trabajo más explotado.
El campo laboral es muy competitivo para los médicos ecuatorianos en Chile, aparte que hay una fuerte oposición de los galenos chilenos.

Tampoco tienen alguna protección laboral. Pues trabajan a destajo, es decir se ven obligados a atender entre 4 y 6 pacientes por hora y a trabajar de 10 a 12 horas diarias para que su sueldo llegue a los US$ 2.500 mensuales.

Nueve de cada 10 médicos ecuatorianos en Chile se han convertido en los brazos del Sistema de Salud Pública. Además, el 67% está bajo el sistema municipal que atiende a los sectores marginales.