Claudia Guzmán
30 de agosto de 2005
Un hombre tímido que se transforma en un vividor. Una mujer que se hace pasar por hombre y viceversa. Son las nuevas ofertas de teleserie. Y lo que el debut de "Versus" y "Mitú" mostró ayer es que TVN se acercó a Mega en calidad.
La nueva producción dramática del canal estatal asombra por lo grueso de las caricaturas que ofrece. Con la excepción de Mauricio Pesutic, la mayoría de los actores dejó bastante por desear. Desde su protagonista que basa su transmutación en lentes de contacto claros, dientes a la vista y un tono agudo gutural, hasta el desperdicio de Francisco Pérez Bannen, la construcción de los actores parece no ser culpa del guión, sino de un casting con error.
Y lo más lamentable es que hablamos de actores de gran capacidad. Por eso la decepción. Por eso es que no se aprecia ni el trabajo de Pablo Illanes ni el de María Eugenia Rencoret.
No se trata de no entender el tono delirante de "Versus". Se trata de no comprender cómo se mezclan roles en registros tan distintos de actuación. Hay diferencias abismales entre los actores y el rol que les toca. Esa debilidad estructural no se vio en "Mitú" que logró aunar en un registro de comedia a actores con trayectoria y a otros con escasa formación.