Pensaba retirarse después del 18 de septiembre. De hecho, sus familiares consideran una “premonición” el hecho de que haya preferido entregarles de forma anticipada los regalos del día del niño a sus hijos, antes de entrar a la mina.
Ese día no le correspondía trabajar, pero lo hizo para no arriesgar el sueldo por dos días que se había tomado libre para asistir al funeral de un tío.
Tiene 44 años, está casado hace 25 y tiene tres hijos. Su mujer le ofreció casarse por la Iglesia cuando saliera, y Esteban aceptó de inmediato.
En una de las cartas enviadas a sus hijas Andrea y Estefanie, Esteban Rojas relata:
Hola, hija Estefanie:
Espero que te encuentres bien, porque yo estoy un poco más tranquilo y te quiero mucho, mi guagua. Dale un gran saludo a Diego de mi parte. Cuídate, hija.
Andrea,
Quiero que te encuentres bien porque yo estoy un poco más tranquilo.
Te quiero mucho, cuidate harto. Dale un gran saludo a Rodrigo.
Rojas es hipertenso, por lo en su estadía en las profundidades de la mina ha tenido que recibir atenciones especiales de salud.
Otros integrantes de su familia también se encuentran en las profundidades de la mina, ya que sus primos Esteban Rojas y de Víctor Segovia trabajaban para la compañía San Esteban, por lo que también son parte de los 33.
Esteban Rojas fue el minero número 18 en ser rescatado, a las 14:55 horas del 13 de octubre de 2010.