Lleva cinco meses trabajando como minero. Tiene 43 años y 3 hijos. Vivía en Rancagua, pero prefirió viajar al norte para probar suerte. No le gustaba la mina ya que prefería las actividades comerciales.
Ávalos ingresó en marzo de este año a trabajar en las tareas de fortificación en la mina San José, para obtener mejores ingresos para su familia. Antes era vendedor ambulante, por lo que su cuñado hizo gestiones con el objetivo de que pudiera comenzar a trabajar en el norte, con un sueldo de 350 mil pesos.
Según el relato de Ruth Guzmán, su mujer, Samuel alcanzó a contarle que "las medidas de seguridad en el interior de la mina eran muy básicas: unos simples bototos, un casco y un overol". Y que para que se alimentaran abajo, les pasaban una bebida o un jugo y dos paquetes de galletas.
Tuvo problemas con el alcohol y las drogas, lo cual ocasionó diversas crisis con Ruth, con quien convive desde hace 21 años. Cuando pudieron contactarse, ella le pidió matrimonio. “Cuando salga hablaremos”, le respondió Samuel.
Samuel Ávalos fue el minero número 22 en subir a la superficie a las 17:05 horas del 13 de octubre de 2010.