Tiene 26 años y una hija, y es amigo de la infancia de Carlos Bugueño, otro minero atrapado.
Darwin Cortez, su hermano, dice que Pedro trabajaba en la mina operando la Magnitud, un vehículo usado para transportar carga. Hace un año perdió un dedo en operaciones mineras.
Bajo tierra, se ha preocupado del manejo tecnológico para el contacto con la superficie. Tiene conocimientos de electricidad, los que aplica para encargarse de las comunicaciones y de cuidar que los equipos funcionen a la perfección.
Su hija María Paz, de 7 años, pedía "que salga de la mina antes de mi cumpleaños, que es el 20 de octubre". Si todo marcha bien, así será.