El climaterio se asocia, además, a una tendencia a subir de peso, a la resistencia insulínica, a la tendencia a la hipertensión y a la dislipidemia (el aumento del colesterol malo).
Después de los 50 años, las mujeres deben seguir con el control anual con su ginecólogo, costumbre que muchas pierden al dejar de tener hijos. Este profesional debe controlar peso y presión arterial en cada sesión.
Es indispensable, también, seguir con el PAP en forma rutinaria; si se tiene pareja estable, la frecuencia debe ser cada dos o tres años. Si se le ha practicado una histerectomía a la mujer, este examen no es necesario. Sólo en casos en que la paciente haya presentado una neoplasia intraepitelial, ya sea una NIE 1 o una NIE 2 o un carcinoma in situ, el PAP debe seguir haciéndose.
El ginecólogo debe pedir anualmente un perfil bioquímico para controlar niveles de glucosa, funciones hepáticas y medición de las grasas sanguíneas (colesterol); además de un examen de orina completo. En general, estos exámenes son de bajo costo, así que ninguna mujer debiera dejar de hacérselos.
Asimismo es importante realizarse una mamografía cada dos o tres años, alternada con una ecografía mamaria. "Una mamografía al año me parece excesivo en mujeres que no presentan antecedentes y que el examen resulta negativo", asegura Campodonico.
Dependiendo de los casos, se sugiere hacer una densitometría ósea cuando se corta la regla y una de control cada cuatro o cinco años. Si este examen evidenciara riesgos, debe repetirse anualmente. En los casos más difíciles y si al especialista le parece necesario, se debe realizar un análisis que controla el metabolismo óseo: los marcadores bioquímicos de remodelación ósea.
El suministro de hormonas, que puede ser por vía oral, percutánea o en geles, es altamente recomendable y una muy buena arma terapéutica, pero es cada mujer la que debe decidir la manera de vivir su climaterio.
El doctor Campodonico insiste en que las mujeres deben saber que "ésta es una etapa que tienen que vivir y en la medida que acepten su envejecimiento dignamente y se realicen los controles necesarios, su calidad de vida será muy buena. Hay que tomar la recta final de la vida con optimismo, sin pasarlo mal".