María Teresa Anguita
Junio 2003
¿Cuál es la diferencia entre las producciones de UCTV y TVN? ¿Se puede hablar de dos corrientes?
En TVN se ha afianzado un equipo de trabajo a partir de una telenovela que habla de temáticas sociales, que está basada en un elenco muy probado, con figuras casi todas provenientes del teatro. Y por otro lado se ha tratado de distanciar de la telenovela más convencional, del triángulo amoroso, del romance, de la intriga, dándole un poco más de cabida a los conflictos sociales. A partir de “Iorana’’ en adelante casi todo ha sido más o menos similar. Se trabaja también el tema del micromundo, cada uno de los estamentos sociales muy marcados, el poder sexual, religioso, ricos y pobres. Y eso pasa por una idea de marketing que habla también de mostrar Chile.
El caso de canal 13 ha sido mucho más accidentado en términos históricos, porque en los años 80 era el canal de los grandes clásicos de la telenovela, a partir de autores como Moya Grau y Sergio Vodanovic, y de directores como Oscar Rodríguez. Entonces se entregaron las grandes teleseries que la gente recuerda: “Los Títeres’’, “La Madrastra’’, “La Invitación’’, “Ángel Malo’’.
Creo que en algún momento lo que hizo TVN fue ganar terreno mostrando universos que quizás por línea editorial no se podían ofrecer en canal 13. Durante los 90 básicamente.
¿Crees que esas temáticas sociales llegaron a su límite y han comenzado a aburrir?
Siento que la teleserie como género se basa en el folletín, en el melodrama, en un producto de fácil consumo, siempre identificado con ciertas temáticas. La principal es el romance. Y creo que desde el momento en que tú te alejas del romance en una teleserie, estás despreciando un poquito lo que es el género. Eso me pasa a mí como espectador de telenovelas.
Porque la teleserie no es un documental...
La teleserie no es un documental y tampoco necesariamente debe dar cuenta de lo que pasa en un país. Debería identificar un país, pero no dar cuenta de la contingencia.
¿Crees que con la llegada de “Machos’’, TVN se está replanteando el contenido de sus teleseries?
No sé si lo estarán replanteando; me parece que sí deberían hacerlo, porque creo que la apuesta de “Machos’’ fue entregar algo totalmente distinto. En muchas oportunidades se ha tratado de imitar lo que ha estado haciendo TVN, el micromundo, el personaje popular. Creo que eso se ha ido modificando para ventaja de nosotros. “Machos’’ inicialmente era una propuesta muy modesta; era entregar una teleserie que invitara a la gente a soñar y, a partir de ese sueño, invitar a reflexionar sobre ciertos conflictos. La idea era hacer una teleserie donde no hubiera ni conflictos de herencia ni conflictos de tierra ni de plata, o sea cosas que a la gente le pasan, conflictos con los hermanos, con los padres.
Temas humanos...
Creo que es una teleserie humanista básicamente. Aquí no hay ni poder ni juego; son cosas que a cualquiera persona le podrían ocurrir en cualquier momento, no hay nada tan extraordinario.
¿Crees esto va a generar una vuelta hacia lo humano?
Las teleseries siempre debieron ser humanas y en el afán por ganar ráting se ha perdido el interés primitivo que era impresionar a través de sentimientos, conflictos, emociones, que son repetibles en cualquier lugar del mundo.
El romance nunca se debe dejar de lado porque la teleserie es un producto de evasión y la mejor forma de evadirse es a partir del romance. Por eso en este país las teleseries policiales y que se alejan del género no han tenido tanto éxito. Mi teleserie favorita fue “Fuera de control’’ y no le ganó a la teleserie de al lado porque era una historia bien cruda, que no se basaba exclusivamente en lo romántico. Era una teleserie que tocaba un tema que no a todo el mundo le había pasado por lo que el proceso de identificación era tal vez un poquito más difícil.
¿Qué influencias recibe “Machos’’?
La Coca, Sebastián y yo somos cultores del género de teleserie chilena clásica. Somos todos fanáticos de “Los Títeres’’, de “La Madrastra’’, “Ángel Malo’’ y recordamos cuáles eran los puntos de conflicto de esas teleseries. Yo creo que hay mucho de eso.
En ese sentido, ¿se volvió al tema filial, a la familia como motor de las historias?
Absolutamente. En el fondo, es reconocer la telenovela como lo que es, no tratar de tomarla con pretensiones artísticas o intelectuales más allá de lo que se ve. A pesar de que hay una intelectualidad puesta en cada capítulo. La unidad dramática de la teleserie es el capítulo y en eso nosotros nos hemos preocupado de hacer un trabajo de joyería, de tratar de hacer cada capítulo como unitario y al mismo tiempo dar espacio para hacer muchas cosas.
¿Cuáles son los temas más conflictivos, los que generan mayor roce al momento de hacer una producción?
Los temas conflictivos son los mismos de siempre, porque a las 8:00 de la noche hay niños de seis años viendo televisión y por supuesto hay ciertas temáticas que tienen que ser tratadas con un ojo bastante adulto para no ofender la moral de nadie, y al mismo tiempo entregar un mensaje y provocar algún grado de cambio.
¿Eso tiene que ver con la homosexualidad de Ariel?
La idea que teníamos desde un comienzo era tratar la homosexualidad chilena. Personajes como Ariel existen muchísimo. La mitad de los homosexuales que conozco son gente que se ha tenido que ir para poder asumir su homosexualidad y volver sobre todo de familias como la Mercader, que son muy achoclonadas y que no todo el mundo sabe, no se atreven, y que se enfrentan a partir de un quiebre absoluto con todo lo que conocían. Esa era la idea original que teníamos, contar la historia de un hijo de una familia acomodada que tiene esta orientación y no se atreve a enfrentarla, y que tiene que viajar y volver a ordenar sus ideas.
¿Va a aparecer la pareja de Ariel en la teleserie?
Eso es un secreto. Todavía no hay humo blanco al respecto, pero la idea es cerrar esa historia como fue planteada.
Crisis del 13
¿A qué atribuyes la crisis del área dramática de UCTV? ¿Puede deberse a la falta de dramaturgos?
Creo que durante muchos años se improvisó mucho sobre la teleserie que iban a hacer. Se improvisaron las temáticas, los conflictos y todo eso. No creo que sea por falta de dramaturgos porque siempre ha habido carencia de dramaturgos. La gente que escribe telenovelas es la misma de hace diez años.
Más que el tema del guión, creo que la teleserie de canal 13 se apartó de lo que la gente quería ver, de lo que la gente estaba buscando y se identificó a canal 13 como un canal que hacía telenovelas donde los personajes viajaban en limusina y tenían colleras de oro. Y eso pasó también por un tema de canal, no solamente por el área dramática. Se empezó a relacionar el canal 13 con el canal de los cuicos, como el canal del Opus Dei, el canal de los cartuchones.
El público lo castigó...
El público lo castigó y me parece absolutamente válido que se haya castigado de esa manera.
Y si no hubiera venido esta crisis, tal vez no se hubieran replanteado todo estos temas...
Por supuesto. Creo que siempre después de las crisis, aunque cueste y uno sufra por el tema del fracaso, el replanteamiento siempre arroja luces sobre algo nuevo.
¿Qué teleserie ves?
Veo “Machos’’ y “16’’, que me parece súper novedosa. No sé si me gusta tanto la historia, pero me gusta como está hecha. Creo que visualmente es súper atractiva, llama inmediatamente la atención. Me parece súper interesante lo que están haciendo de abarcar un público que tal vez estaba medio abandonado. Contar historias de jóvenes desde el punto de vista joven es un desafío para cualquier canal.
¿Qué opinas de “Puertas Adentro’’?
La he visto muy poco y la verdad es que no me gusta opinar de la competencia directa. Lo que he visto es que el trabajo de los actores está súper bien. Me molesta un poco el discurso. Me molesta que me cuenten una historia como si tuviera cinco años. No me gusta la estructura lineal, que no haya racontos, no me gusta que no se potencien las cosas que son intrínsecas al género de las teleseries, que son los secretos, los romances, el misterio, las intrigas. Creo que es una teleserie absolutamente jugada. Hacer una teleserie en una toma es súper riesgoso. Me parece que hay una apuesta y eso lo valoro absolutamente.