Los Estados Unidos y la Unión Soviética, las dos potencias deportivas en los últimos años, se reencontraron en los juegos de Seúl '88, que reunió a un total de 159 naciones, pese a los abandonos de Corea del Norte, Cuba, Etiopía y Nicaragua.
La gran ganadora de la competencia fue la nadadora alemana Kristin Otto, que en las seis pruebas en las que compitió, terminó en lo más alto del podio. El estadounidense Matt Biondi se colgó siete medallas en la misma disciplina, pero para él "sólo" cinco fueron de oro.
Lejos de la piscina olímpica, en la pista de recortán, una de las historias más polémicas de los juegos se tejía. El canadiense Ben Johnson, con un tiempo de 9.79 -récord mundial- ganaba los 100 metros planos. Poco después el atleta fue descalificado por dar positivo en su examen antidopaje, que evidenciaba el uso de esteroides.
Despojado de sus honores, toda la gloria recayó en Carl Lewis, que además de quedarse con el oro que era de Johnson ganó por segunda edición consecutiva el salto largo.
Entre las mujeres, las cuñadas Florence Griffith y Jackie Joyner ganaron entre ambas un total de seis medallas, cinco doradas, en algunas de las más exigentes pruebas del atletismo.
Otro estadounidense, Greg Louganis, dejó impresionados a los coreanos con su coraje en los saltos ornamentales. Cuando participaba en la sesión preliminar, Louganis se golpeó la cabeza con la plataforma y debió ser suturado de emergencia. Media hora después retornó a la competencia para avanzar a las finales y terminar llevándose el oro olímpico.
Una de las novedades en Corea fue el retorno del tenis -con triunfos individuales de la alemana Steffi Graff y el checo Miroslav Mecir- y la inclusión, por primera vez, del tenis de mesa. Precisamente los locales ganaron dos de las medallas en disputa en el ping-pong, dejándole las restantes a China.
La esgrimista sueca Kerstin Palm se convirtió en la deportista que más veces ha participado en los Juegos Olímpicos, al asistir por séptima vez al evento. Nunca logró una medalla.
Para Chile, Seúl significó el retorno al podio luego de 32 años sin poder obtener una medalla. Alfonso de Iruarrizaga consiguió la presea de plata en el tiro skeet, quedando a sólo un tiro del ganador, el alemán Alex Wegner.